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Actualmente, existe más de 70 nanofármacos en el mercado global.

En los últimos años la nanotecnología ha tomado un papel protagonista en el sector salud en términos de preven­ción, diagnóstico, análisis y tratamiento de diferentes enfermedades.

La nanomedicina es la doctrina que estudia los fenómenos biológicos que se producen a escala nanométrica. En este sen­tido, esta ciencia se encarga de la producción de nanomate­riales con la capacidad de interactuar a nivel molecular con el cuerpo humano con el objetivo de mejorar la salud.

De acuerdo con el artículo Nanomedicina: ¿Cómo nos ayuda?, del Dr. Armando Hernández García y Virginia Trejo Zarate, las “nanotecnologías existentes incluyen los nanogeles, nanofi­bras, nanotubos de carbono y grafeno. Debido a su versatilidad, la investigación en nanomedicina está siendo aplicada en prác­ticamente todas las especialidades médicas, aunque algunas de las más destacadas son: la oncología (cáncer), neurología (en­fermedades neurodegenerativas) y cardiología”.

Es importante mencionar que los materiales nanométricos tienen características térmicas, eléctricas y magnéticas dife­rentes en comparación con los componentes utilizados en la medicina tradicional.

Además, agregan que “México cuenta con la capacidad científica y tecnológica para desarrollar la nanomedicina de forma local y ser un participante importante a nivel interna­cional. La participación del gobierno, de las universidades y centros de investigación, así como el desarrollo de un marco jurídico adecuado serán sumamente importantes para que suceda”.

NANOFÁRMACOS

Actualmente, la nanomedicina es un elemento de gran rele­vancia en el tratamiento y en la cura de diferentes enferme­dades gracias a la administración controlada de los me­dicamentos conseguida por el uso de nanopartículas en la fabricación de contenedores transportadores de bioactivos.

De acuerdo con la revista Repertorio de Medicina y Cirugía, la medicina transportada en estructuras nanomé­tricas tienen la capacidad de superar diferentes obstáculos biológicos, por lo que presentan múltiples ventajas en la ad­ministración de fármacos.

En esta misma línea, los tejidos y las células afectadas son impactadas de forma directa y la excreción renal y la degradación hepática se reducen debido a la mejora del tiempo de circulación y a la liberación periódica de las sus­tancias activas.

BIOSENSORES

Por otro lado, la nanotecnología ha sido utilizada en la fabri­cación de aparatos electrónicos capaces de detectar enferme­dades a nivel molecular a través de la localización de células dañadas con la finalidad de establecer un diagnóstico certero y así poder realizar un tratamiento efectivo sin la necesidad de marcadores radioactivos.

La identificación de anomalías dentro de un organismo se realiza mediante un sistema llamado bioreceptor, seguido de un proceso de transformación de la respuesta biológica en una señal medible a través de un transductor.

De este modo, el uso de materia nanométrica en el diseño de estos instrumentos permite la reducción de la cantidad de materiales biológicos, la modificación de las propiedades óp­ticas y electrónicas, provocando la disminución de los costos de producción y la mejora del desempeño de los biosensores.

Finalmente, el uso de la nanotecnología se ha convertido en una práctica fundamental en todos los ámbitos de la salud, desde la elaboración de nuevos medicamentos hasta la manu­factura de dispositivos de alta sensibilidad y eficacia.