Puebla, conocido por su rica herencia cultural e histórica, sumará en 2025 una nueva zona arqueológica a su ya impresionante lista de sitios prehispánicos abiertos al público. Teteles de Ávila Castillo, ubicada en la Sierra Norte de Puebla, se abrirá oficialmente como un atractivo turístico y una pieza clave en el entendimiento de las culturas que habitaron la región. El anuncio fue realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante el V Foro Internacional Innovación, Reestructuración y Conservación del Patrimonio, celebrado esta semana.
Un Centro Ceremonial de los Totonacas
Teteles de Ávila Castillo es un sitio arqueológico de origen totonaco, que floreció como un centro ceremonial, religioso y administrativo entre los años 200 a.C. y 900 d.C. El descubrimiento de esta ciudad prehispánica ha arrojado valiosa información sobre las costumbres y creencias de los pueblos que habitaron la región, así como sobre sus prácticas agrícolas y sociales.
Ubicado en el municipio homónimo, este sitio destaca por su impresionante arquitectura y sus complejas estructuras monumentales. Entre sus principales hallazgos se encuentran plazas, basamentos piramidales, juegos de pelota y sofisticados sistemas hidráulicos, que dan cuenta de la avanzada organización urbana y social de los totonacas.
Una de las características más fascinantes de Teteles de Ávila Castillo es su pirámide principal, que está vinculada tanto a la estrella Canopus como a la diosa nahua Nantehuitz, una deidad asociada con el agua y el ciclo agrícola. Este vínculo astrológico subraya la importancia del sitio como un centro de culto y rituales dedicados a las fuerzas cósmicas y naturales.

Exploración y hallazgos recientes
El primer contacto con el sitio data de 1939, pero no fue sino hasta 2014 cuando comenzaron las excavaciones formales, que han revelado múltiples tesoros arqueológicos. Durante los trabajos de exploración, los arqueólogos encontraron grecas, relieves en piedra, cerámica decorada y un pozo con una ofrenda que incluía fragmentos de palma, carbón y restos cerámicos. Estos elementos proporcionan una visión más clara de la vida espiritual, económica y social de los habitantes de Teteles de Ávila Castillo.
Los vestigios encontrados, como las terrazas agrícolas, también revelan cómo los totonacas se adaptaron a las difíciles condiciones del terreno montañoso, aprovechando cada rincón para el cultivo, lo que muestra su capacidad para organizarse y gestionar recursos en un entorno desafiante.
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Un nuevo destino turístico para Puebla
La apertura de Teteles de Ávila Castillo en 2025 marcará un hito en la oferta cultural de Puebla, que ya cuenta con varios sitios arqueológicos de gran relevancia, como Cholula y Cantona. Con la adición de esta nueva zona arqueológica, Puebla sumará nueve sitios abiertos al público, lo que fortalecerá su atractivo como destino turístico cultural. Además de Cholula y Cantona, el estado alberga sitios como Yohualichan, Tehuacán el Viejo, Los Cerritos de Tepatlaxco, Teteles de Santo Nombre, Tepapayeca, y, por supuesto, el reciente hallazgo en Teteles de Ávila Castillo.
Cada uno de estos lugares proporciona una visión única de las culturas prehispánicas que habitaron el noreste del estado, desde las ciudades totonacas hasta las complejas sociedades que construyeron impresionantes estructuras. La apertura de Teteles de Ávila Castillo no solo enriquecerá este panorama, sino que también contribuirá a la preservación y difusión del patrimonio cultural de la región.
Impacto en la comunidad local y el turismo cultural
Uno de los principales objetivos de la apertura de Teteles de Ávila Castillo es promover el turismo cultural en la región, lo que a su vez generará un impacto económico positivo para las comunidades locales. Además, se busca fortalecer el vínculo entre los habitantes de Teteles de Ávila Castillo y su propia historia, fomentando un sentido de orgullo y pertenencia hacia su patrimonio ancestral.
El INAH, en colaboración con las autoridades estatales y municipales, coordina los esfuerzos para garantizar que la apertura del sitio se realice de manera sostenible y que se tomen medidas adecuadas para preservar las estructuras y artefactos encontrados. La conservación del patrimonio arqueológico es una prioridad en este proceso, para que futuras generaciones puedan disfrutar de este importante legado cultural.