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La lucha por la equidad de género y la inclusión de las mujeres en el poder es un tema central y cambiante en las últimas décadas. En todas las áreas, cada vez más mujeres buscan romper barreras y ocupan altas posiciones, este cambio es una evolución necesaria de la sociedad para una época de mayor igualdad, y al mismo tiempo redefinir las estructura tradicionales en todos los círculos de la vida.

Con base en el documento Mujeres en el poder 2023: nuevos datos indican avances, a pesar de amplias brechas regionales, de la Organización de las Naciones Unidas Mujeres (ONU Mujeres) refiere que las mujeres cubren posiciones de alto nivel, pero la desigualdad de género persiste en todos los sectores, pues aún enfrentan obstáculos.

 

En el gobierno continúan siendo minoría, en el 2023, el 11.3% de los países tenían jefas de Estado, es decir, 17 de 151 países (excluyendo los monárquicos), y el 9.8% jefas de gobierno, 19 de 193. Un crecimiento frente a una década atrás cuando los números eran del 5.3% y 7.3%, respectivamente.

 

Georgina Estrada Aguirre, presidenta de la Asociación de Mujeres Aduaneras, comentó en entrevista que “es cierto que no estamos al 100% de acuerdo con las cuotas de género”, puesto que las mujeres deben ser posicionadas en los cargos por sus propios talentos y reconocimientos, pero al mismo tiempo las empresas deben empezar a reconocer que debe haber esa paridad.

 

Datos de otro estudio también de Naciones Unidas, mostró que el año pasado únicamente en seis países tienen un 50% o más de participación femenina en el parlamento, en cámaras bajas o parlamentos unicamerales: Rwanda (61%), Cuba (53%), Nicaragua (52%), México (50%), Nueva Zelanda (50%) y Emiratos Árabes Unidos (50%). En el caso de México, la cifra hace referencia a la Cámara de Diputados, donde las mujeres ocupan 250 escaños de 500 totales.

 

Como ministras de Gabinete se encuentran en Europa, continente donde tienen el dígito más alto de países liderados por mujeres, y América del Norte el 31.6%, América Latina y el Caribe 30.1%, en demás regiones como Asia Central y Meridional se encuentran una caída de más del 10.1%, y del 8.1% en Oceanía y las islas del Pacífico (excluyendo Australia y Nueva Zelandia).

 

Uno de cada cuatro ministros son mujeres, y los hombres continúan dominando temas cruciales como economía, justicia, defensa, energía y asuntos internos de los países. Pues las diplomáticas fueron vistas en carteras de: defensa y administración local el 12%, el 11% en energía, combustibles de fuentes naturales y minería, y el 8% de transporte.

 

De la misma manera se asocia a las ministras temas de medio ambiente (32%), administración pública (30%) y educación (30%), además de tópicos como los de la mujer e igualdad de género, familia e infancia, inclusión social y desarrollo, protección social, seguridad social, y asuntos indígenas y de minorías.

 

Paulina Amozurrutia, presidenta del Comité de Inclusión de Mujeres de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) esclareció que las mujeres al buscar un puesto de liderazgo tienen que sentir en un equipo la corresponsabilidad con los demás, es decir, estar en igualdad de condiciones desde la visión de dignidad intrínseca del ser humano, para buscar la capacitación de las siguientes generaciones en habilidades blandas como negociación, expresión oral, resolución de problemas.

 

Todo esto para que puedan entrar en estos puestos de mandato, es dar una educación sostenible para las niñas, forzosamente planear una capacitación con protocolo de género, hacer así un círculo virtuoso que funcione correctamente. “Si generamos ambientes familiares y sociales corresponsables con el varón entonces en consecuencia, van a manifestarse estas oportunidades para las mujeres”

 

Para Georgina, los países son una representación del constante cambio, aportación y resiliencia de las mujeres, ya que esta última cualidad representa la parte de soporte y ayuda entre las mujeres en el sector.

 

“Crear estas sinergias entre nosotras, estos esquemas en donde nos podamos apoyar. Entonces ir abonando en el aspecto o en el sentido de generar cadenas de valor importantes para poder conformarnos en cualquier sector”.

 

 

¿Y QUÉ PASA EN NUESTRO PAÍS?

En México en 2010, la población femenina analfabeta fue de 8.1% y la masculina 5.6%. En el 2020, los porcentajes bajaron a 5.5% y 3.9%, respectivamente. Es decir, 2.6 millones de mujeres y 1.7 millones de hombres mayores de quince años no saben leer ni escribir según señala el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

 

Para Paulina los desafíos a los que se enfrentan son la cantidad de horas que tiene que trabajar, sumando a este tiempo las actividades previas y posteriores no remuneradas en casa. Además de la violencia que se genera dentro de la industria, pero sobre todo fuera de ella, es decir, en sus trayectos.

 

Asimismo, aseveró que la complejidad para una mujer en una situación laboral tiene muchas aristas y se tiene que trabajar desde diversas áreas, como las posiciones jerárquicas que culturalmente cuesta que las mujeres tengan nombramientos en puestos directivos, dado que se les sigue viendo como excesivamente emocionales, no estratégicas y esto abona a que no vayan escalando.

 

Otro punto mencionado por Amozurrutia es el nivel educativo. Hoy en día gracias a mucho trabajo durante la historia, las mujeres entran a ciertas carreras, pero en ingenierías o matemáticas, siguen siendo áreas asociadas más a los hombres, pues menos de la mitad de quienes se dedican a la ciencia son mujeres. Hay una concentración de personas del mismo sexo en ciertos sectores u ocupaciones, lo que hace que haya brechas por sectores.

 

De acuerdo con el escrito Women In Business del 2022 publicado por Grant Thornton, los países con el mayor número de puestos directivos por mujeres son Sudáfrica (42%), Turquía (40%) y Malasia (40%). En la posición global, México alcanzó la posición 16.

 

El porcentaje de mujeres en puestos directivos en México disminuyó al 33%, son dos puntos frente al 2021. Estos situaron a México en igualdad de condiciones con Estados Unidos, y en un punto medio entre las economías más fuertes de América, por debajo de Brasil (38%), encima de Argentina y Canadá (30%) en mujeres directivas.

 

En el estudio Mujeres en las empresas 2022 del Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO) y el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) Business School, de las 182 empresas del mercado de capitales y deuda listadas de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA).

 

El estudio expuso que las mujeres representaron el 11% de los asientos del consejo de administración, cifra que se mantiene para las empresas del mercado accionario y aumenta al 13% para las del mercado de deuda. Se espera la equidad de género hasta el 2057 en este tipo de consejos de administración en el mercado accionario.

 

De las empresas analizadas, en las compañías del sector de telecomunicaciones, son las que mayores consejeras de administración femenina tiene con el 43%. Las consejeras independientes fueron el 9%; en mercado de capitales 8% y 10% en el mercado de deuda.

 

La participación de la plantilla laboral femenil fue 36% en las bolsas mexicanas de valores. Mientras que las mujeres en altas direcciones fueron el 12% de las 182, 10% en finanzas y 21% de áreas jurídicas, exclusivamente siete de las encuestadas tienen directoras generales y el 68% no cuentan con ninguna en direcciones relevantes e igualmente 27% no tienen mujeres en consejos de administración.

 

De acuerdo con este estudio si el 30% de las posiciones de liderazgo son mujeres se puede alcanzar un incremento en la rentabilidad del 15%, ya que impulsa la atracción y retención de talento e incluso la inversión.

 

La presidenta del Comité de Inclusión de Mujeres de la Coparmex compartió que las empresas deben emprender una visión de conciencia social donde se entienda que todos los humanos en cualquier circunstancia, de trabajo o no, tiene la misma dignidad.

 

Si se hace un trabajo en equipo de hombres y mujeres, las diferencias suman mucho más a los procesos, así, la mujer no se tiene que masculinizar para entrar a ciertos puestos, sino sólo poner sus talentos al servicio de la empresa y ésta beneficiarla con un proyecto a corto o mediano plazo que le permita dar resultados a la compañía, pero al mismo tiempo atender a su familia.

 

“Entender un feminismo propositivo científico y dialogante, en donde la mujer y el hombre tienen las mismas responsabilidades, pero también los mismos derechos y tenemos que trabajar juntos para transformar el país”.

 

La presidenta de la AMA expuso que la capacidad de poder de la mujer radica en explayarse porque se tiene la experiencia y el talento, pues siempre las mujeres han estado aportando en las economías, ya sea en el sector público o privado.

 

“Entonces el hecho de que tu apoyo a otra mujer en el ámbito que sea, y en el caso de nosotros en el aduanero, logística, marítimo, comercio exterior comercio internacional o fiscal, pues claro que nos aporta grandemente entre nosotras, no es fácil. No ha sido sencillo para la mujer ir posicionándose, es ir escalando”.

 

El ascenso de las mujeres significativamente transforma las estructuras de poder en el mundo, y a medida que ocupan estas posiciones los negocios, industrias y demás ámbitos transformaran para positivo la sociedad.

 

En las empresas se vislumbran esfuerzos para el ambiente laboral, para impulsar la diversidad en los equipos y combatir poco a poca la discriminación por razón de género. La importancia de contar con datos que visibilicen las situaciones que enfrentan las mujeres, explorar las iniciativas, construir estrategias enfocadas en las necesidades y llevarlas a cabo en las brechas que restringen su participación en la economía.