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Establecer una empresa en el extranjero puede ser todo un reto, debido a que se deben tomar en cuenta diversos aspectos como la viabilidad del negocio en el mercado en el que se quiere incursionar, la legislación, aspectos financieros, administrativos, canales de distribución, entre otros, que cambian por completo la perspectiva de hacer negocios en otro país.

No obstante, existen consultorías y asociacio­nes que ofrecen orientación a los empresarios sobre las estrategias de soft landing o aterrizaje suave, para que llevar su negocio a otros merca­dos sea una experiencia con menores riesgos y mejores condiciones para crecer.

Si bien, esta experiencia parece ser difícil y te­diosa, lo cierto es que el soft landing facilita las gestiones, como el análisis de los requisitos para establecer un negocio en el extranjero; para que las emprendedoras puedan enfocarse en el desa­rrollo de su plan de negocios y potencializar sus oportunidades de crecimiento.

Jaime Menéndez de Uriarte, consultor y miem­bro del consejo de la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM), comenta que quienes buscan incursionar en el mercado estadounidense deben tener claro que la manera de hacer negocios es muy distinta de como se hacen en México.

Por ello es importante contar con una estrate­gia de negocios viable e innovadora, así como el conocimiento de la cultura y comportamiento de los consumidores para abrirse paso en un entor­no muy competido.

 

Cabe mencionar que Estados Unidos cuenta con una de las economías más sólidas del mundo que a pesar de los estragos por la pandemia ha crecido a una tasa de 6.4%. Con este crecimiento, diversos especialistas pronostican que este año podría ser muy favorable para esta nación con un desarrollo sin precedentes en los últimos 37 años, gracias al dinamismo que imprime el con­sumidor norteamericano.

El especialista comparte algunos beneficios de incursionar en el mercado americano:

Comercial. Una buena estrategia binacional ayu­da a tomar mejores decisiones para impulsar el crecimiento de la empresa en términos de pre­cios, mercados, canales de distribución y comer­cialización, así como recursos clave.

Fiscal. Calendarios diferidos, trámites simplifi­cados, menos porcentaje de ISR, gastos deduci­bles de impuestos.

Financiero. Bajas tasas de interés, acceso al cré­dito con flujo, factoraje.

Migratorio. Seguridad, crecimiento económico positivo, nuevas oportunidades de negocio, acce­so a educación de calidad.

Menéndez de Uriarte recomienda el acerca­miento con asociaciones, cámaras empresariales y de comercio, universidades, incubadoras, etcé­tera, para obtener retroalimentación y robuste­cer el modelo de negocios a partir de la experien­cia y conocimientos de otros empresarios