Trump planea deportar un millón de migrantes indocumentados anualmente.
El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos tras su reciente victoria electoral marca el inicio de una etapa compleja para México. Este contexto plantea profundos retos para la relación bilateral en áreas clave como la economía, la migración y la seguridad, temas que serán determinantes para la administración de Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta mexicana.
Economía bajo presión: aranceles y proteccionismo
Con la llegada de Trump al poder, su agenda proteccionista amenaza con desestabilizar la relación comercial entre ambos países. El republicano ha anunciado aranceles del 25 % a productos mexicanos y sanciones a empresas chinas que operen desde México, lo que podría repercutir en la estabilidad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este acuerdo, revisable en 2026, será un punto de negociación crítico.
Además, la reciente depreciación del peso mexicano evidencia la incertidumbre económica que genera su mandato, afectando la inversión extranjera y sectores estratégicos como el automotriz.
Migración: el regreso de las políticas restrictivas
Trump ha reiterado su intención de deportar un millón de migrantes indocumentados al año y continuar con la construcción del muro fronterizo. Aunque estas medidas representan desafíos logísticos, su implementación parcial ya sería motivo de alarma para México, hogar de millones de familias con lazos transnacionales.
Las remesas, uno de los principales ingresos de la economía mexicana, podrían disminuir drásticamente, agravando las tensiones sociales y económicas en el país.
El combate al narcotráfico se presenta como otro eje de fricción. Trump ha prometido designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y emprender acciones militares contra ellos, lo que pone en riesgo la soberanía mexicana. La administración de Sheinbaum deberá mostrar resultados contundentes en la lucha contra el fentanilo y el crimen organizado para mitigar las tensiones y evitar medidas más extremas.
El retorno de Trump a la Casa Blanca marca el inicio de un período de alta complejidad para México. Claudia Sheinbaum enfrenta el desafío de mantener un equilibrio entre la defensa de los intereses nacionales y la colaboración pragmática, en un contexto de relaciones bilaterales marcadas por la tensión y la interdependencia.