Lo nuevo en la digitalización

Desde muy pequeña me ha encantado aprender un poco de todo. Digamos que una vez que ya sé cómo funciona algo, me da por aprender otra cosa, y a veces profundizar en un par de ellas. Con respecto al metaverso, es algo en lo que he encontrado más de una posibilidad de aprendizaje y más que toda la oportunidad paralela al descubrimiento científico, emocional e intelectual.

Por ejemplo, una de mis aplicaciones favoritas cuando en­tro a la realidad virtual es la TRIPP para meditación. Experi­mentar el desarrollo del cerebro en una nueva manera, muy diferente a todas las opciones anteriormente experimentadas. Sentir que literalmente estas levitando, sin tener en realidad una experiencia antes por obvias razones de nuestra natura­leza, es impresionante la capacidad ilimitada que la web 3.0 puede lograr en diferentes ramas.

Tener la oportunidad de educarnos a nosotros mismos con un mundo paralelo en el que podemos experimentar miles de co­sas, ayuda a la idea excepcional de avanzar a pasos agigantados.

INMERSIÓN DE APRENDIZAJE

Originalmente uno necesita un aproximado de 10 mil horas de teoría y práctica, para poder ser experto en un tema. Con la web 3.0 tenemos la única oportunidad en la historia de apren­der algo en menos tiempo dada la inmersión total de los sen­tidos.

Por ejemplo: aprender un segundo idioma toma más o me­nos unos 6 a 8 meses desde el punto cero. Muy diferente a un tercer idioma; entre más aprendemos el siguiente es más fá­cil. Esto se da porque parte del aprendizaje de un idioma, el cerebro está también aprendiendo cómo aprender diferentes cosas que conllevan la adquisición de un nuevo lenguaje; foné­tica, alfabeto, etcétera.

¿PASIÓN?

Ahora la pasión dependerá de cada uno. Hay personas que les apasionan los videojuegos, en los que el metaverso también ha logrado mezclar la educación y el juego sin necesidad de quitar la capacidad del entretenimiento.

A otros les gusta la metodología de comunicación a distan­cia y poder compartir momentos de calidad sin necesidad de desplazarse. Entre tantas opciones, aparte del aprendizaje, los juegos, la comunicación y la meditación; también está la parte creativa de poder compartir y activar la mente creativa al máxi­mo. Las oportunidades son muchas y de alguna manera no hay límites, porque las opciones son más que las desventajas.

¿TRABAJO?

Las oportunidades de trabajo en el mundo digital y la interac­ción con la parte laboral, es impresionante de igual manera. Tener la capacidad al alcance de la mano para poder crear y experimentar ya sea a nivel científico, ingeniería o medicina, sin necesidad de influir el estado físico de contaminación, es algo más para agradecer.

Hace un par de años recuerdo dar una consultoría en la que el sector de la moda y otra en el sector de la banca preguntaba sobre la web 3.0 en relevancia a la generación, ya hoy hemos visto cómo la moda, el diseño y la banca han entrado ya en esto y comienzan a proveer sus servicios a los usuarios. De pensar que no fuese necesario, ni las proyecciones existirían.

TURISMO

El año pasado pude viajar a 25 países. Físicamente fui a 5 y el resto los conocí a través de la web 3.0. La única diferencia entre el viaje físico y el viaje VR fue que los cansancios se expe­rimentan de manera diferente. En el físico, caminé mucho por asuntos de transporte y más que nada por trabajo profesional algo que amo, pero hasta dónde amarlo. Y en el VR pues la par­te inconfortable fue más que nada el calor de los cascos en me­dio verano europeo, pero es prometedor que mejorara en cada edición. Los últimos son más ligeros, y no se recalientan tanto como las versiones anteriores. La mezcla creativa, ingeniería y salud mental es un tema de esfuerzo.

Esto no quiere decir que uno deje de viajar, si puedes es siempre bueno hacerlo, pero comparto que también a través de la web 3.0 las personas tendrán mayor acceso a muchas cosas que en ocasiones, la capacidad socioeconómica no lo permite.

SOSTENIBILIDAD

Muchas de las actividades que contaminan el planeta en gene­ral, tienen que ver con los usos de entretenimiento y transpor­te. Por ejemplo, algo que hace muchos años ha dejado de ser bien visto, es la cacería.

De alguna manera esto ya no cabe en los valores de una co­munidad futurista y respetuosa de la naturaleza, con mucha razón. Pero teóricamente muchos humanos nunca soltarán este gen en su evolución, de igual manera que los gatos domés­ticos siempre querrán jugar al ratón. Es decir, que muchas de esas actividades contaminantes o juguetonas, tienen cabida en la web 3.0 sin necesidad de irrespetar a la naturaleza.

También está la parte de estadísticas en cuestiones al cam­bio climático y las emergencias. Está estipulado que compartir datos aprobados usuarios con su consentimiento, aún mejor de manera anónima, presenta oportunidades para poder proveer oportunidades a comunidades vulnerables.

Hemos visto que aún en viajes espaciales y estratosféricos, el metaverso puede ser la frontera para acelerar nuestra ex­ploración a otros mundos y poder acceder a inteligencias de alto alcance que probablemente no conocemos aún.