Hoy, millones de personas almacenan parte de su vida en archivos digitales. Fotografías, videojuegos, criptomonedas, correos electrónicos y NFT han tomado el lugar de las joyas o propiedades que solían heredarse en generaciones pasadas. Pero ¿qué ocurre con todo ese contenido cuando alguien muere?
El legado digital también puede heredarse
A diferencia de los bienes materiales, los activos digitales habitan un entorno virtual, muchas veces con valor económico o afectivo. El notario Marco Antonio Ruiz señala que estos elementos forman parte del patrimonio de una persona, aunque no tengan una forma física. Desde mensajes de texto y cuentas de redes sociales hasta tokens no fungibles (NFT), todos pueden incluirse en un testamento si así lo dispone el titular.
El Código Civil vigente en la Ciudad de México ya contempla esta posibilidad. Desde 2021, quienes residen en la capital del país pueden incluir sus bienes digitales en su testamento de manera legal, lo que convierte a la CDMX en la primera entidad del país con legislación clara al respecto.

¿Y si prefieres desaparecer del mundo virtual?
No todo se trata de heredar. José Antonio Sánchez, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, explica que una persona también puede solicitar que sus datos digitales se eliminen tras su muerte. La ley permite dejar instrucciones claras sobre qué hacer con estos activos, incluso si la decisión es que desaparezcan junto con su titular.
Pensar en la herencia digital ya no es solo una cuestión futurista: es una realidad que redefine cómo concebimos el legado. En un mundo donde lo virtual se ha vuelto tan importante como lo físico, organizar el destino de nuestros bienes digitales podría ser tan relevante como repartir una casa o una cuenta bancaria.
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