Queridos lectores y lectoras, una de las decisiones más complicadas en la vida es vivir con congruencia. La congruencia es, en pocas palabras, que lo que piensas, sientes y actúas, tenga coherencia. Además de que sea positivo, tenga armonía y balance. Accionar un liderazgo congruente tiene que ver con cuidar a los demás y cuidarte a ti mismo.
No es fácil lograr dicho equilibrio, porque todos y todas somos humanos, tenemos defectos, hemos vivido distintas historias, crecimos con creencias limitantes y paradigmas aprendidos. Pero no es imposible buscar diariamente esa excelencia en la congruencia personal, implica desarrollar carácter y disciplina personal.
Entonces, ¿cómo podemos buscar ser líderes congruentes? Yo te invito a comenzar por el autoconocimiento, hay autores maravillosos como Christian Marquina en su libro “El método CAME” que han investigado y escriben sobre este tema en específico, el autoliderazgo. Ellos están convencidos de que el primer paso para generar un buen liderazgo, es lograr el autoconocimiento. Por ejemplo, Christian habla sobre su descubrimiento en la diferencia de temperamento, carácter y personalidad y trabaja con muchos empresarios y emprendedores guiándolos exitosamente hacia el logro de sus metas mediante el autoconocimiento. El conocer tu potencial, tener claras tus metas y tus habilidades actuales, te invita a poder aceptar tu historia, decidir avanzar con una actitud positiva y definir un propósito para tu vida personal. Posteriormente, una vez que te conoces, que te aceptas y accionas el amor propio, puedes sentir el autoliderazgo, ya que todo lo anterior influirá en tu toma de decisiones, desde ese momento y en adelante.
Si practicas la congruencia, tu vida profesional y personal serán mucho más fácil de llevar, ya que, a la vez, automáticamente, predicaras la ética y la toma de consciencia, y de forma inmediata, tu entorno se volverá más ordenado, lleno de armonía y amor. Eso es un liderazgo en plenitud, con el que contagiarás a tu familia, equipo de trabajo e incluso clientes o socios estratégicos.
Ahora si, estarás preparado para inspirar, influir y enrolar a los demás hacia un objetivo, dando el seguimiento adecuado para guiar a todo un equipo hacia el éxito con congruencia.
Te invito a seguir influyendo con tu congruencia, recuerda que lo que dejarás en este mundo es tu ejemplo.