Estoy segura de que, en este mes del amor y la amistad, estás pensando en aprovechar las consecuencias de la mercadotecnia y ya tienes las activaciones, promociones y bonificaciones que ofrecerás para elevar tus ventas o tu posicionamiento. Pero, ¿te has puesto a pensar en lo que este mes significa? Las y los empresarios somos personas comprometidas, somos quienes no se pueden retirar a su casa y olvidar el trabajo. Simplemente por el hecho de que es nuestra responsabilidad que siga dando frutos, creciendo, expandiéndose, cumpliendo con las obligaciones que la ley marca en todas las aristas, además de la gran responsabilidad de brindar empleos y mantener un ambiente laboral sano.
¿Pero dónde quedas tú cómo persona?
A veces no nos damos tiempo para cuidar de nuestra salud física, mental y emocional, y empezamos a vivir en automático. Por eso, en esta columna te voy a recomendar algunas rutas para recuperar tu salud integral.
La primera razón es: lo mereces. Te has esforzado tanto, que lo último que quieres es lograr tus metas profesionales para después tener que invertir todo lo que ganaste en una enfermedad o una separación familiar, por vivir en estrés crónico y no permitirte disfrutar cada momento de tu vida personal. Incluso cuando no te permites encontrar una pareja o iniciar una familia por priorizar el trabajo.
Primero, lo más importante eres tú. Si tú estás bien, todo estará mejor. Invierte en la prevención y atención de los problemas de salud; ya que, si no estás saludable, no incrementas ni mantienes tu productividad.
Segundo, identifica los hábitos que te están funcionando para sentirte bien y los que no están permitiéndote lograrlo, y busca a las y los expertos para hacerlo realidad. No trates de cambiarlo sola o solo de la noche a la mañana, porque puedes crear mayor frustración.
Tercero, destina un presupuesto para lograrlo, será tu mejor inversión. Recuerda que tu vida personal se divide en un pastel y cada rebanada cuenta: salud, familia, trabajo, amigos/diversión, preparación, crecimiento personal, finanzas, contribución a la sociedad, amor, recreación.
Permítete cambiar los hábitos que no has logrado implementar para sentirte pleno y saludable, como hacer un plan de alimentación adecuado, vitaminarte con el consejo de especialistas de la medicina holística o funcional y realizar ejercicio constantemente. Regálate hoy mismo el curso, taller o terapia de tu preferencia para tratar tus pensamientos negativos, problemas en cualquier área de tu vida, la gestión de tus emociones o de tus prioridades, para sanar de paradigmas y creencias limitantes que podrías estar llevando diariamente a tu equipo de trabajo.
Te comparto una página en la que existen cursos gratuitos con ponentes fabulosos creada por mi querida amiga Liliana Ortiz, presidenta del Sistema DIF municipal en Puebla Capital, y su equipo: https://equilibrate.pueblacapital.gob.mx
Convocar a reuniones familiares y con amistades te ayuda a salir de la rutina y disfrutar tu esfuerzo. Crear rutinas en casa para disfrutar de los pequeños momentos de los que está hecha la vida, acostar o bañar a tus hijas e hijos, tomar un café por la mañana con tu pareja sin distractores, salir el domingo al parque, etc. También puedes hacer trabajos altruistas para contribuir a la comunidad y hacer la diferencia ayudando al prójimo, es la mayor satisfacción poder tener la oportunidad de agradecer todo lo que tienes y en lo que te has convertido, al compartirlo con quienes más lo necesitan.
Te recomiendo leer alguno de los siguientes libros, o todos si te es posible: “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen R. Covey, “La ecuación de la felicidad” de Neil Pasricha, “Los 4 acuerdos” del Dr. Miguel Ruiz, “Tus zonas erróneas” de Wayne W. Dyer y “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl.
Quisiera recordarte que estamos vivos para ser felices, y la felicidad es un proceso, no un fin. Disfrútalo y comparte la mejor versión de ti con los tuyos y con la humanidad.
¡Feliz mes, en el que te vas a comenzar a demostrar el amor incondicional hacia ti y para los demás!