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En esta ocasión quiero hablarles de los recientes cambios al Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, un tema que ha traído en boga al sector restaurantero, debido a que, actualmente, ya no se permite fumar dentro de los establecimientos en los que se consumen alimentos y bebidas.

Esta modificación legal fue un tanto sorpresiva para el sector restaurantero pues, si bien, ya se tenía contemplado un cambio al respecto, y los diputados federales habían convocado a los diferentes sectores y cámaras para hablar sobre las afectaciones por esta reglamentación para llegar a posibles consensos, se dejaron de lado las observaciones, y se publicó el cambio sin ellas.

El diciembre del 2022 ocurrió la reforma al Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, y fue el 15 de enero del 2023 cuando se hizo válido.

Aunque parezca increíble, o así lo expresen algunas personas, la decisión de las autoridades ha provocado una reducción de ventas en los negocios del giro restaurantero, durante enero y febrero, de hasta un 30 por ciento.

¿Qué pasa?

La nueva regla que depende del gobierno federal no está provocando que los comensales ya no vayan a los restaurantes; de hecho, la afluencia sigue normal. Lo que ha variado es el ticket promedio (consumo) porque ya no se hace sobremesa. Es decir, si antes, la cuenta de una mesa de dos personas era de mil 700 pesos, ahora es de unos mil 200 pesos, por poner un ejemplo.

Hay que aclarar que la afectación no es para la totalidad de los restaurantes, pues existen algunos que -sin haberlo declarado ante las autoridades- son 100 por ciento libres de humo de tabaco, lo que significa que están comprometidos con el medio ambiente y/o sus espacios y condiciones no les han permitido tener área de fumadores.

Como se encontraban las reglas anteriormente, había algunos negocios que -alcanzando las condiciones marcadas- podían adecuar terrazas al aire libre para adaptar zonas de fumadores, aunque con la nueva reglamentación, prácticamente esta posibilidad está cerrada.

Asimismo, la inversión que, en su momento, hicieron los restauranteros para adecuar esas terrazas, se perdió. Por ello, parte del disgusto y la inconformidad.

El único camino que quedó a los restaurantes y negocios que se sintieron afectados por este cambio legal fue el juicio de amparo, que se debió interponer con fecha límite del 24 de febrero.

Pese a lo antes expuesto, claro que reconozco que el gobierno federal efectuó esos cambios pensado en la salud de los mexicanos y los problemas que causa la exposición al humo del tabaco.

Todos nuestros hijos e hijas merecen vivir en un mundo menos contaminado, con más espacios verdes, más medios de transporte alternativos y con proyectos de energías limpias. No obstante, también existe el derecho del resto de la gente, de consumir tabaco, una sustancia que es legal en nuestro país. 

¡Nos leemos en la próxima!