En el estudio sobre la percepción social sobre inseguridad pública por ciudades, en marzo del 2023 la percepción de inseguridad en Tlaxcala se ubicaba en el 45.3 por ciento, mientras que a nivel nacional era del 62.1 por ciento.
A nivel país, las ciudades donde la gente se sintió más insegura fueron Fresnillo (95.4 %), Naucalpan de Juárez (89.6 %), Zacatecas (89.3 %), Chilpancingo de los Bravo (87.3 %), Cuernavaca (87.0 %) y Ciudad Obregón (86.6 %).
En contraste, las ciudades donde la percepción de inseguridad resultó menor fueron Benito Juárez (11.1 %), Piedras Negras (19.0 %), Cuajimalpa de Morelos (22.5 %), Mérida (23.2 %), Tampico (23.6 %) y Los Cabos (24.8 %).
En términos anuales, Tlaxcala reportó un crecimiento en la percepción de inseguridad pública con respecto a marzo del 2023, mientras que, la población de 18 años o más que declaró haber experimentado conflictos o enfrentamientos fue del 26.2 por ciento, nivel inferior a la media nacional del 32.8 por ciento.
Respecto a la percepción de inseguridad en espacios físicos específicos, en marzo de 2024, el 69.4 por ciento de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; el 63.9 por ciento en el transporte público; 53.9 por ciento en la carretera, y 53.5 por ciento en el banco.
Asimismo, el 33.9 por ciento consideró que, en los próximos 12 meses, la situación de la delincuencia e inseguridad en su ciudad seguirá igual de mal; el 21.5 por ciento refirió que la situación empeorará en los próximos 12 meses; un 19.2% dijo que la situación de la delincuencia e inseguridad en su ciudad seguirá igual de bien, y 23.5 por ciento manifestó que mejorará.
De la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda durante el primer trimestre de 2024, 59.2 % se relacionó con consumo de alcohol en las calles; 49 por ciento con robos o asaltos; 40.6%, con vandalismo en las viviendas o negocios.
Además, 38.6%, con venta o consumo de drogas; el 37% con disparos frecuentes con armas; 25% con bandas violentas o pandillerismo; 15.1% con tomas irregulares de luz (diablitos) y 3.3 %, con robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol).