La automatización y la IA plantean un cambio dual: riesgos de desempleo en sectores susceptibles y mejoras en productividad y eficiencia en otros. Para mitigar impactos negativos y capitalizar las ventajas, se enfatiza la importancia de políticas que promuevan la capacitación y adaptación de la fuerza laboral.
La adaptación a la IA es crucial para México, apuntando hacia una necesidad de inversión en educación y reentrenamiento, así como en la creación de redes de seguridad social más fuertes. Este enfoque no solo busca preparar a los trabajadores para el futuro sino también asegurar que el país pueda aprovechar los beneficios de la revolución tecnológica para promover un crecimiento económico inclusivo.