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Herbolaria, la medicina milenaria se moderniza.

México es segundo lugar mundial en el registro de plantas para uso medicinal

 

En México, y el resto del mundo, existe una importante diversidad botánica uti­lizada para desarrollar compuestos her­bolarios que ayudan a sanar. Son 23 mil especies de plantas nativas registradas en México que representan 20% de las especies del continente americano y de este número, un porcentaje importante corresponde a plantas medicinales que significan el recur­so material más amplio y valiosos de la me­dicina indígena tradicional. De esta manera, México tiene una amplia riqueza botánica y, por ello, ocupa el segundo lugar mundial en el registro de plantas para uso medicinal.

Sin embargo, no sólo México utiliza la me­dicina herbolaria, sino que otros países tam­bién, tal es el caso de China que ocupa el pri­mer lugar mundial en el registro de hierbas, raíces, tallos y flores medicinales, así como India, África y Tailandia, entre otros. Todos ellos cuentan con una amplia tradición en medicina herbolaria.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) precisa que el uso de plantas medicinales para tratar enfermedades es probablemente el método más antiguo que ha utilizado la humanidad para inten­tar hacer frente a la enferme­dad.

De esta manera, las plan­tas medicinales se han uti­lizado terapéuticamente en todo el mundo, por ejemplo, del Ayurveda a la medicina tradicional china, del Unani a la medicina tibetana, de la medicina amazónica a la africana. Todos son un legado de medicina tradicional.

En los países de ingresos altos, el uso gene­ralizado de la herbolaria disminuyó a finales del siglo XX, debido al desarrollo y la pro­ducción de medicamentos llamados alópa­tas. No obstante, en las últimas décadas, ha empezado a utilizarse cada vez más. Tal es el caso de Estados Unidos que registró un alza en las ventas de productos con ingredientes de plantas medicinales: los estadounidenses aumentaron en 17.3% la compra de produc­tos herbolarios en 2020, durante la pandemia por el SARS-CoV-2; desde entonces han con­sumido productos naturistas relacionados con dos necesidades: la activación del siste­ma inmunológico y la reducción del estrés.

Respecto de los países de bajos y medios ingresos, como México, la herbolaria nunca ha dejado de ser importante y en ciertas zo­nas es el único sistema terapéutico al que se podía recurrir.

DE LA CLANDESTINIDAD A LOS ANAQUELES

Si bien la mayoría de los pueblos del mundo han usado las plantas medicinales para aten­der ciertos problemas de salud, mucho de ese conocimiento fue silenciado y gran parte de la medicina herbolaria se volvió clandestina, porque se relacionaba con actos de brujería y/o chamanismo, así como a la consolidación de los medicamentos basados en evidencia 100% científica.

No obstante, en los últimos 15 años los médicos naturistas, así como las parteras y sus plantas medicinales han dejado de ser calificados negativamente y en la actualidad se han establecidos programas y proyectos, para la investigación, aplicación e incluso, in­dustrialización de sus conocimientos.

Al respecto, la OMS publicó recientemente el estudio Directrices para evaluar calidad de los medicamentos a base de plantas con referencia a los contaminantes y residuos, en el que se lee que “el contar con dos modelos de medicina (el herbolario y el sintético) ha planteado la urgente necesidad de comparar el inmenso bagaje de conocimientos tradicio­nales con los procedimientos científicos de investigación y validación. El objetivo de este proceso es demostrar la seguridad y la efica­cia de los tratamientos tradicionales”.

Es por ello, que la industria farmacéutica internacional ha incursionado cada vez en el desarrollo de medicamentos 100% natu­ristas. Tal es el caso de la alemana Bayer que lanzó Iberogast, un compuesto elaborado con 9 plantas medicinales: iberis amara, angélica, comino, flor de manzanilla, cardo mariano, hojas de limón, celidonia, hojas de menta y regaliz que fue desarrollado para la salud di­gestiva puesto que compensa los problemas de movilidad gastrointestinal al relajar los músculos acalambrados y reducir la forma­ción de gases al tiempo que alivia el dolor cau­sado por la inflamación. Así, todos los extrac­tos de las plantas medicinales de Iberogast se mezclan en una proporción de cantidades exactamente definidas, ordenadas y controla­das para garantizar su calidad, efectividad e inocuidad.

REGULACIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es el organismo mexicano encargado de proteger a la pobla­ción contra riesgos sanitarios provocados por el uso y consumo de bienes, servicios e insu­mos para la salud; así como por la exposición a factores ambientales y laborales que afec­ten su salud física y emocional. Además, está pendiente frente a emergencias sanitarias y la prestación de servicios de salud mediante la regulación, control y prevención de riesgos sanitarios.

De forma tradicional, la Cofepris única­mente regulaba medicamentos basados en evidencia 100% científica, no obstante, en la actualidad también decidió reconocer los sa­beres centenarios de la medicina tradicional y, por tanto, proteger las plantas para la salud de la población.

En esta misión de proteger el conocimiento medicinal de pueblos originarios, el organis­mo federal hoy reconoce el saber medicinal de la cultura Yaqui, y por primera vez en su historia la publica en la Farmacopea, un do­cumento expedido por la Secretaría de Salud que compila el análisis y los requisitos sobre identidad, pureza y calidad de los fármacos, aditivos, medicamentos, productos biológi­cos y demás insumos para la salud.

Al respecto, la OMS en su oficina regional de las Américas y la Organización Panamericana de la Salud (PAO) en su informe Fortalecimiento de los Sistemas Regulatorios en la Región de las Améri­cas. Resumen de las enseñanzas objetividad de las Autoridades Regulatorias Nacionales de Re­ferencia Regional, publicado en 2021, explica la función central de los sistemas regulatorios na­cionales es: promover y proteger la salud pública al supervisar la calidad, la seguridad y la eficacia de todas las tecnologías sanitarias presentes en el mercado, incluidos los fármacos, las vacunas, los productos sanguíneos, así como los dispositivos médicos, entre otros.

FITOTERAPIA UNA GAMA DE POSIBILIDADES

Las siguientes plantas medicinales (o fitoterapia) son un ejemplo de ingredientes que están inclui­das en formulaciones de los Permisos Sanitarios de Remedios Herbolarios Autorizados en México: Agastache mexicana (Toronjil), Amphipterygium astringes (Cuachalalate), Bougainvillea glabra (Bugambilia), Crescentia alata (Tecomate, Cirial), Equisetum myriochaetum (Equiceto), Eysenhard­tia polystachya (Vara dulce, palo dulce), Gnapha­lium oxyphyllum (Gordolobo), Guazuma ulmifolia (Guacima), Ibervillea sonorae (Wareque), Plan­tago lanceolata (Llantén), Sambucus mexicana (Sauco), Salix taxifolia (Taray), Selaginella aff. Nothohybrida (Doraqdilla), Smilax Domingensis (Zarzaparrilla), Opuntia ficus indica (Nopal), Te­coma stand (Tronadora) y Valeriana edulis (Vale­riana mexicana) entre muchas otras.