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HACIENDA EL JAGÜEY: DONDE EL LEGADO FAMILIAR TRANSFORMA EVENTOS EN RECUERDOS INOLVIDABLES

Más que un lugar para eventos, La Hacienda El Jagüey se rige como un símbolo de tradición, pasión y excelencia en la generación de recuerdos inolvidables. Además, es el reflejo de una empresa familiar que ha trabajado incansablemente durante más de tres décadas para crear experiencias únicas. Miguel Ángel Zamudio, su fundador, junto con su esposa Sandra Laura Cabrera Graduño y sus hijos Tania Kalit Zamudio Cabrera y Alan Zamudio Cabrera, han transformado su visión de servicio en un referente del sector de eventos en Puebla. “Es un resultado del trabajo de una organización familiar, un lugar diseñado con amor y hecho para el amor”, comparte Miguel.

UN LEGADO FAMILIAR 

Miguel Ángel, originario de Veracruz, llegó a Puebla en 1976, un lugar en donde encontraría nuevas oportunidades. Comenzó como futbolista profesional y estudió, al igual que su esposa, la licenciatura en Educación Física. No obstante, se retiró del deporte para abrir un negocio de anillos y diplomas para graduaciones junto a Sandra, lo que eventualmente los introdujo al mundo de los eventos. Tras años organizando celebraciones en prestigiosos hoteles de Puebla, decidieron crear un espacio propio que combinara elegancia, funcionalidad y un toque único. “Poseemos una trayectoria consolidada en la organización de eventos empresariales, congresos y presentaciones que demandan precisión y distinción”, explica Miguel. La visión giró en torno a una majestuosa hacienda de época, donde la historia y la modernidad se entrelazan en perfecta armonía. Este sueño pronto se haría realidad en un legado familiar que les permitiría desarrollar y crecer este gran proyecto por varios años.

Alan y Tania han estado inmersos en el mundo de los eventos sociales desde pequeños, lo que los ha llevado a apasionarse por servir, crear y generar nuevas experiencias. Su compromiso por construir nuevas vivencias, por medio de la organización de eventos, se ve reflejado en el esfuerzo que ponen en cada ceremonia efectuada en La Hacienda El Jagüey sin importar si es de ámbito pequeño o grande. 

DISEÑANDO EVENTOS PERSONALIZADOS 

La esencia de La Hacienda El Jagüey radica en la personalización. Desde bodas y quince años hasta eventos empresariales y conciertos, el equipo se enfoca en escuchar a sus clientes para ofrecer soluciones a medida. ” En eventos empresariales, congresos, presentaciones, entre otros eventos de prestigio, nos involucramos al 100% para dar los mejores resultados y el éxito que las empresas pretenden con estos eventos”, explica Tania Zamudio. Este enfoque les ha permitido innovar continuamente y mantener una reputación impecable en el sector. Uno de los eventos más destacados para la familia fue la celebración de una joven quinceañera apasionada por la equitación. La temática incluyó caballos y una entrada sorpresa, dejando a los asistentes y a la familia de la festejada impresionados. “Agradecemos a la gente que nos hace partícipes de momentos únicos e irrepetibles”, menciona Tania con gratitud. La familia Zamudio no solo se ha distinguido por crear un espacio funcional, sino también por imprimir en cada evento una atención personalizada que trasciende expectativas. Esta dedicación, fruto de su vasta experiencia en la industria hotelera, les ha permitido posicionarse como líderes en el sector. La Hacienda El Jagüey no solo sobresale por su arquitectura de estilo colonial, sino también por su atención a los detalles. Desde el servicio de valet parking hasta la comida y decoración, todo está diseñado para garantizar una experiencia inolvidable. “Nos comprometemos de tal forma, que el evento lo hacemos como si fuera para nosotros. Todo el personal se encuentra involucrado en estos momentos llenos de emociones, están al tanto para dar la atención a cada anfitrión, a cada festejado, a cada invitado”, explica Tania, subrayando la devoción con la que hace su trabajo.

EL DESAFÍO DE EMPRENDER EN FAMILIA 

Como en cualquier empresa familiar, el camino no siempre ha sido fácil. “Si desean construir un negocio familiar, deben enfocarse en el impacto que pueden lograr unidos como equipo y como familia, más allá de las diferencias de cada uno”, comenta Miguel Ángel. Tania añade que el trabajar con la familia puede ser una forma de reforzar la unión entre sus miembros. Además, sin importar que la empresa se encuentre en el ámbito hogareño, siempre habrá un destacado líder en el núcleo familiar; cada integrante tiene una labor importante en la empresa. “La clave es que cada quien aporte con trabajo, creatividad e innovación, pues de alguna manera el esmero es de todos”, explica Miguel. 

CONEXIÓN CON EL CLIENTE 

La familia Zamudio sabe que cada cliente tiene necesidades únicas. Por ello, su filosofía de personalización no solo se aplica al diseño de eventos, sino también a la experiencia previa. Invitan a sus clientes a visitar la hacienda, conocer los espacios y vivirlo antes de tomar una decisión. “Donde la energía positiva se percibe y al realizar cada detalle hecho a la medida, el evento se vuelve inolvidable”, afirma Tania. Con una ubicación estratégica en Cholula, la hacienda no solo es accesible, sino que también ofrece una experiencia auténtica que ha atraído a clientes de todo México y el extranjero por su cercanía con Atlixco. Asimismo, La Hacienda El Jagüey dispone de convenios con hoteles y de servicios de transporte que facilitan la llegada de invitados, que aseguran que cada celebración deje una huella en el corazón. Consejo para emprendedores familiares Para quienes buscan emprender en familia, Miguel Ángel y Tania Zamudio tienen un consejo claro: “La paciencia es importante para poder crear; nada podemos crear de la noche a la mañana, sino con paciencia, dedicación y unión”. Este enfoque ha permitido que La Hacienda El Jagüey no solo sobreviva, sino que prospere, marcando la diferencia en un sector competitivo. Para conocer más sobre La Hacienda El Jagüey, los interesados pueden visitar sus redes sociales, donde comparten las historias de eventos anteriores y consejos para planificar celebraciones. La familia Zamudio invita a todos a tener la experiencia en persona, reafirmando su compromiso con la calidad y la personalización. La Hacienda El Jagüey no es solo un lugar para eventos; es un legado vivo, un espacio donde cada detalle refleja la pasión, amor y dedicación de una familia comprometida a transformar celebraciones en recuerdos que se quedan marcados para toda la vida. En cada rincón, se respira la esencia de un sueño que, más allá del éxito empresarial, celebra la unión, el cariño y la excelencia.