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Del total de películas mexicanas que se estrenaron en salas de cine en 2021, 41% estuvo disponible en streaming y 36 filmes fueron exclusivos de plataformas digitales.

El cine es un sector consumible, séase con fines de entretenimiento o bien para mostrar una visión del propio autor de una historia, sin embargo, de acuerdo con Arturo González, CEO de Plataforma Cine, es que a los productores y directores, principalmente de Latinoamérica, les falta tener un objetivo de alcance, como si se tratara de las ventas para una empresa de comercio, estrategia para llegar a más público.

El cineasta señala que muchos directores de cine llegan al límite de hipotecar o vender sus casas con la finalidad de terminar un largometraje, pero que al final, no se ve remunerado por el esfuerzo de completar el producto.

“México era conocido como el país de las óperas primas, porque solamente los directores hacían una película y no volvías a saber de él, todo eso a causa de que es complicado hacer un filme; existe gente que vendió su casa para poder financiar su película, de esas historias hay muchas más” afirmó.

Tan sólo el año pasado México produjo un total de 259 largometrajes, la producción que se tuvo en 2021, es superior a la que tenía la época de oro, con un total de 135 películas, a lo cual abre las puertas a miles de directores jóvenes y experimentados a crear más contenido.

El especialista delimita que “es necesario conseguir la manera en que a los diferentes tipos de públicos tengan el acceso a cualquier película que pueda ser de su agrado, o si gustan probar nuevas experiencias, tenga la facilidad de encontrar las películas de nicho, con las herramientas tecnológica que nos brinda la era de la digitalización”, como referencia de que el cine de vanguardia tiene que apoyarse de plataformas, para que cumplan con el objetivo de que más personas puedan verla.

CINE LATINO EN EL MUNDO

Después del fenómeno que ocasionó el filme Roma, el especialista señala que dicha manifestación, funcionó como catalizador para que el público empezara a ir a las salas de cine para consumir cine de autor o historias más humanas. El cineasta asegura que los cinéfilos empezaron a buscar más ese lado; sin ser masivo, pero con presencia en los últimos años.

El director aclara que, se suma la inspiración que generaron los tres mexicanos ganadores al Oscar en la década pasada, causó en los jóvenes que se abrieran las puertas de la creatividad latina en Estados Unidos.

Además de que nuevos directores han empezado a crear más obras cinematográficas, en la búsqueda de heredar los espacios que dejarán los latinos sobresalientes en la gran industria hollywoodense.

“Hay mucho talento, no sólo en México, sino en Latinoamérica, en cuanto al tema de creatividad en la manera que se enfrenta la vida. El mismo Woody Allen dice que en su set siempre que filma una película tiene que haber un mexicano, es el que resuelve los conflictos. En ese sentido es una parte que no hemos explotado comercialmente”.

Sin embargo, la pandemia y los cierres en sets de filmación, así como en salas de cine, hizo que los productores, directores, así como actores, buscaran una nueva manera de mostrar su trabajo.

EL PAPEL DEL STREAMING

Statista considera que los servicios de video vía streaming se apoderó del mercado latinoamericano, y estima que para 2024 el número de suscriptores de servicios superará los 110 millones de usuarios en la región latina.

González señala que en este año el 38% del crecimiento de este formato lo abarca el cine latino y sus usuarios.

“Justo con un estudio interno, en conjunto con otros colegas de la industria, es que descubrimos que la película Roma, de Alejandro González Iñárritu fue un fenómeno que desencadenó la popularidad del cine mexicano y latino a nivel global; no se estrenó en un cine comercial, pero justo los cines independientes que tomaron la película estaban rebasados en capacidad de audiencia. Obviamente tenía una promoción muy fuerte, pero no es una de las películas comerciales a la que estamos acostumbrados; posteriormente vimos que el cine de arte empezó a tener un alza en las ventas de boletos en recintos cinematográficos como en la Cineteca Nacional”.

Pero uno de los retos es la dificultad de encontrar una película con premios de festivales internacionales, porque estos filmes no llegan a alcanzar una salida comercial masiva, a lo que la finalidad actual de este sector es alojarlas en plataformas digitales, para no perder la interculturalidad que proporciona este tipo de productos en eventos que traspasan las fronteras, “eso hace más atractiva el producto”.

El cine es un producto que, como objetivo, busca el alcance del consumo; por lo que, Arturo González menciona la importancia de que los nuevos productores o directores de cine tengan una visión empresarial y de negocios, al dejar de lado las competitividad que nace entre personajes del gremio, para encontrar otra forma de distribución, y que sus contenidos lleguen para satisfacer el hambre de lo que la gente quiere ver; y los creadores puedan remunerar, o al menos cubrir los gastos que un producto audiovisual genera.