El valor del intermediario en la economía
Mundo Ejecutivo 12 abril, 2023En México, existen un poco más de 100 aseguradoras y 14 afianzadoras
El recurso más escaso que tenemos los tomadores de decisiones, es el tiempo; claro que nos gustaría detener el mundo para volvernos especialistas, dominar todos los temas empresariales para tener toda la información y jamás errar en una decisión…, y justo para eso, se formó una profesión paralela a las empresas que somos los intermediarios. Ahorrar tiempo, dinero y aportar toda la información necesaria para ayudar a tomar decisiones.
En el mundo de los negocios, continuamente nos encontramos en necesidad de comprender antes de emprender o adquirir; queremos invertir en un nuevo proyecto, hacer inversiones de nuestro flujo en la bolsa de valores, realizar un congreso, convenciones y viajes, proyectos especiales, al realizar nuestra administración de riesgos vemos necesario asegurar nuestros activos, empleados y autos; asimismo nos solicitan fianzas o necesitamos proteger nuestros proyectos de desarrollo contra incumplimientos de contratistas o proveedores.
Siempre corre por nuestra mente ‘ahorrar’ al irnos directo, es un pensamiento constante donde nuestra voz interna de tomadores de decisiones nos susurra ‘Tú puedes entenderle bien y lograr un ahorro’. Pocas veces analizamos el gran valor agregado que le aporta un intermediario profesional.
Sin duda, hay personas que han logrado ser su propio asesor financiero, tomando cursos y logrando irse directamente a la bolsa u otros mercados, inclusive hay casos donde alguien hace su propia contabilidad, diseña una casa, planea su viaje o compra sus seguros directamente a un banco o aseguradora; pero para lograr un resultado realmente bueno, la inversión en tiempo, análisis y estudio tiene que ser muy intensiva, ya que son disciplinas complejas y cambiantes.
La administración de riesgos se resume en la toma de decisiones para lograr que nuestra organización sobreviva a siniestros, incertidumbres y manejo de crisis. A través de identificar riesgos, para luego eliminarlos, mitigarlos o compartirlos, vamos a necesitar de un intermediario que nos apoye asesorándonos en la última acción, compartirlos.
En México, existen un poco más de 100 aseguradoras y 14 afianzadoras, hay un mundo de opciones y entenderle a todos los seguros y fianzas, no es nada fácil.
Para ser intermediario o agente de seguros y fianzas, se debe de acreditar ante la autoridad CNSF varios exámenes de acuerdo al tipo de riesgos a asesorar, las más comunes son: riesgos familiares (cédula A), empresariales (cédula A+B), grandes riesgos (A+B+C), Fianzas (cédula F) y otras más específicas. Además de acreditar un módulo financiero y todos los requisitos legales y fiscales para operar como persona física o moral, pues no son empleados de las aseguradoras, son profesionales independientes.
Los agentes exitosos, para poder tener tiempo para seguir generando negocio y capacitándose, a su vez también tenemos que convertirnos en empresarios, contratando empleados, pagando impuestos, infraestructura y tecnología, además de también necesitar otros intermediarios.
A mi me gusta mostrar el gran beneficio que genera el ‘círculo virtuoso de los seguros y las fianzas’, pues cada vez que alguien adquiere este tipo de herramienta financiera, genera bienestar y tranquilidad, a los suyos y a otros, pues un gran porcentaje de las primas que se pagan, se van a pagar siniestros, los seguros y fianzas representan cerca del 2.5% del PIB Nacional, cada vez que alguien choca en su auto, se genera empleo para ajustadores, doctores, mecánicos, se indemnizan daños y lesiones.
Cada vez que hay un incendio se garantiza la continuidad de una empresa que genera empleos y se reponen las pérdidas contratando constructoras, fomentando el movimiento de la economía, en lugar de tristeza y drama, hay bienestar e inyección de capital.
Sin duda, como tomadores de decisiones, debemos de seleccionar al intermediario más preparado posible de acuerdo a nuestro negocio, con mayor experiencia y recomendaciones, pues la mayor fuente de conocimiento de un asesor es la experiencia, el realizar asesorías continuas, estudio y capacitación.
Concluyendo, debemos de confiar que el utilizar un intermediario, aporta valor, experiencia y saber; claro que debemos de tener idea de lo que el asesor nos recomienda, meterle tiempo para entender y exigir claridad, al final la supervivencia de nuestro negocio dependerá de las buenas decisiones que tomamos.