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El futuro del trabajo remoto vs  el trabajo presencial

Así como la Revolución Industrial trajo a la humanidad los beneficios de usar máquinas y de mejorar las comunicaciones y el transporte, también permitió que la organización del trabajo cambiara. Y aunque eso sucedió durante la segunda mitad del siglo XVIII, hoy en día, cada empresa en el mundo se está enfrentando a una nueva revolución de tipo laboral.

 

Y no, no estoy señalando al término revolución como un tema bélico, sino como un reto y como una forma de avance tecnológico, digital y humano, que deriva de las nuevas formas de trabajo que ya existían y que pocas compañías se habían atrevido a adoptar.

 

La pandemia del COVID-19 impulsó un cambio significativo en el mundo laboral, en el que muchas empresas tuvieron que adaptarse a un modelo de trabajo remoto. A medida que las restricciones disminuyeron y las empresas comenzaron a planificar su futuro, surgió una pregunta clave: ¿el trabajo remoto es el futuro o tendremos que hacer que el trabajo presencial sea nuevamente el predominante?

 

Si bien es cierto que el trabajo remoto tiene muchas ventajas como la flexibilidad, la reducción de costos y la eliminación de los desplazamientos, también presenta desafíos como la falta de interacción personal, la dificultad para mantener la cultura empresarial y la necesidad de una buena conexión a Internet. Por otro lado, el trabajo presencial ofrece una mayor colaboración, una mejor comunicación y una mayor conexión emocional con los compañeros de trabajo.

 

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (vía El Economista.com.mx), el 12% de las empresas en México implementó el trabajo remoto, pero solo el 5.7% de las compañías contemplaban esta modalidad como una acción permanente, datos que se registraron en los primeros meses de la pandemia.

 

¿Qué ha sucedido últimamente? Desde mi punto de vista, dos cosas importantes y en las que se nota la disrupción total en los esquemas y modelos de trabajo. Por un lado, la mayoría de las empresas desarrolló un modelo híbrido, en el que los empleados trabajen desde casa algunos días y vayan a la oficina en otros. Esto permitirá a las empresas aprovechar los beneficios del trabajo remoto y del trabajo presencial, así como adaptarse a las preferencias y necesidades individuales de los empleados.

 

Sin embargo, no todas las empresas tienen la capacidad de implementar un modelo híbrido, ya sea por razones de seguridad, de tecnología o de política empresarial. Algunas compañías pueden necesitar que sus empleados trabajen en la oficina por completo, mientras que otras pueden optar por el trabajo remoto en su totalidad.

 

En segundo lugar, la automatización del trabajo, que dará pie a que las empresas sustituyan con máquinas parte de las tareas que realizan sus colaboradores.

En última instancia, la decisión sobre si el futuro del trabajo será remoto o presencial dependerá de cada empresa y su situación particular. Es importante que las compañías consideren las necesidades de sus empleados, las necesidades del negocio y las tendencias del mercado laboral al tomar esta decisión.

 

Lo que está claro es que la tecnología ha permitido que el trabajo remoto sea una opción viable para muchas empresas y empleados, lo que ha impulsado la necesidad de adaptación y flexibilidad en el mundo laboral. La disrupción y la innovación en el modelo de trabajo son necesarias para mantenerse al día con las tendencias y para ofrecer a los empleados la mejor experiencia de trabajo posible.

 

Recordemos que ser transruptivos en cualquier sector, siempre viene acompañado de sacudidas importantes, pero la adaptabilidad con la que nos manejemos hará la diferencia. Transforma y atrévete a disrumpir en tu sector.