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El arte del buen vestir: Los 4 básicos del día a día

Los códigos de vestimenta son el conjunto de normas que definen la manera socialmente aceptada de vestir en cada ocasión, lo que también conocemos como protocolo, los podemos encontrar tanto en el ámbito social como laboral. 

A pesar de que los tiempos han cambiado, la educación permanece y no es moda, sin embargo podemos encontrar ciertas transformaciones a lo largo de la historia del vestido, desde cortes muy tradicionales como el americano hasta el más sofisticado estilo italiano. Además de la implementación de prendas más cómodas, vemos la flexibilidad a través del tiempo y generaciones, en donde rompemos el paradigma de que la formalidad es aburrida.

Te presento 4 diferentes códigos de vestimenta dentro del área profesional: formal, semiformal e informal, conocido como business casual o casual de negocios y smart casual, también conocido como casual arreglado. Podemos identificar estos por el tipo de prendas, de la siguiente manera:

  • Formal – 6 prendas de vestir: traje sastre, camisa, zapatos oxford, cinturón de piel y corbata.
  • Semi Formal – 5 prendas de vestir: traje sastre, camisa, zapatos oxford y cinturón de piel. Sin corbata. O combinación en traje sastre (mix and match), zapatos oxford, cinturón de piel y corbata.
  • Informal o Business Casual – 3 prendas formales + 2 informal: Pantalón y camisa de vestir, blazer, zapatos de vestir (derbys o monk strap), cinturón de piel.
  • Smart Casual – 2 prendas de vestir + 3 informales: camisa de vestir, cinturón de piel, blazer, pantalones chinos o jeans y zapatos mocasines o tenis.

Se dice que la imagen es relativa, sin embargo es fundamental definir en donde se encuentra nuestra institución para determinar el código de vestimenta que se usará dentro de la misma. 

Te comparto algunos puntos a tomar en cuenta para elegir el mejor código de vestimenta para tu empresa:

  1. Giro.
  2. Mensaje o Misión de la empresa – lo que quieres transmitir homogéneamente.
  3. Jerarquía de colaboradores – según sus actividades, será su vestimenta.
  4. Público – clientes y proveedores.

Hay cosas que nunca cambian, como bien lo mencionó Tom Ford, “vestir bien, es una forma de buenos modales”. No importa qué código de vestimenta uses, en qué ámbito te desenvuelvas ni con quién te relacionas. Tener un buen aspecto personal siempre te abrirá las puertas, desde lucir limpio, estar bien planchado y cuidar aspectos tan sencillos como usar la talla adecuada.

Hace unos años era común contar con un buen sastre que confeccionaba las prendas a medida, escogiendo personalmente el tejido, los botones y un sin fin de características que hacían de esa prenda algo especial. Hoy en día se ha vuelto más común comprar en industrias “prêt-à-porter” o “listo para llevar” no obstante, este método ha dejado mucho que desear ya que es imposible cumplir con un estándar en cuanto a medidas. 

Oscar Wilde dijo en alguna ocasión “tú nunca puedes estar demasiado arreglado o demasiado educado”, es mejor invertir en un buen traje, una camisa a la medida, zapatos y accesorios duraderos, si lo que quieres es vestir bien, cuidando los detalles. Crea una imagen congruente que proyecte quién eres y lo que has logrado.

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