El agua dentro de un modelo circular

La agenda de la crisis climática y las condi­ciones ambientales del planeta obligan a gobiernos, industrias y comunidades a mol­dear un sistema económico que permita el desarrollo social a coexistir con el ecosistema na­tural, sin que reciba el mismo daño que la cultura de consumo hizo a lago de los últimos dos siglos; al educar a los consumidores a ser conscientes del daño que se generó, y aprovechar al máximo los residuos materiales para alargar el ciclo de vida de los productos.

De acuerdo con diversos estudios para el 2023, en Colombia, la economía circular protagonizará el crecimiento económico de las comunidades, al manifestar que la acción de alargar la utilidad de los bienes será un impacto en el mercado para un futuro no muy lejano, ya que los jugadores impli­cados, consumidor como empresarios, buscan en el mercado bienes que le apuestan a la sustentabi­lidad ambiental.

Jessica Caicedo, coordinadora de Gestión Am­biental y Desarrollo Sostenible en ACD Consulto­res, explicó que la sociedad viene de un modelo económico lineal, donde el principio de la estruc­tura es “usar y tirar”, pero que con una economía circular el objetivo es aprovechar al máximo los recursos que se dispone para alargar el ciclo de vida de los mismos.

Además, La Organización de las Naciones Uni­das (ONU) emite que la transición a este tipo de economía incrementará el número de puestos en América Latina y el Caribe (ALyC), en un futuro dicha oportunidad generará oportunidades labo­rales para las regiones más pobres del continente.

Para tomar otros ejemplos, en Europa se espe­ra que en 2030 el beneficio económico que genere dicho modelo sea de mil 800 millones de euros; y para la India un aproximado de 624 mil millones de dólares para 2050.