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Ha pasado un año desde que Sergio Salomón Céspedes es el gobernador de nuestro estado, muchos de nosotros recordamos ese 13 de diciembre de 2021, las horas posteriores al fallecimiento del gobernador Barbosa, la incertidumbre y la tensión se cortaban en el aire. Afortunadamente la clase política poblana a través del legislativo estuvieron a la altura de las circunstancias y encausaron la situación en la figura del presidente del Congreso para designarlo gobernador.

 

Desde la perspectiva empresarial de Coparmex, este primer año del gobernador merece un balance positivo, Puebla avanzó, si bien el Gobernador asumió funciones en un momento complejo, su personalidad, su discurso y sus acciones enfocadas en la reconciliación, la unidad y la recuperación de la confianza de los distintos sectores cambiaron el ambiente. Un enfoque que era urgente, el gobernador lo entendió y avanzó mucho en el tema. Qué bueno sería que en Palacio Nacional lo entendieran también y dejaran de lado la polarización para poder empezar a trabajar juntos en reconciliar todo el territorio.

 

Con respecto a la inseguridad que azota a todo el país, reconocemos que en Puebla tuvimos una reducción en delitos como el homicidio, el secuestro y aquellos relacionados con narcomenudeo. También celebramos la reducción de los delitos cometidos por servidores públicos, un avance en la promoción de la integridad y la rendición de cuentas.

 

Lamentablemente, vemos con alarmantemente preocupación que aumentaron los feminicidios y los casos de desaparición de personas. Nuestro sector padece el fuerte incremento en los robos a transportistas, lo que impacta gravemente en la economía estatal. Éstos y otros indicadores nos ponen ante una crisis de seguridad que no podemos obviar.

 

Es urgente reforzar la coordinación entre los municipios y el estado, analizar las estrategias, sumar sectores, invertirle, pero, sobre todo, llegó el momento para que los estados le hablen fuerte al gobierno federal y le exijan mayor compromiso, que reconozca que su estrategia de seguridad ha fracasado. Sin importar el origen partidista de los gobernadores, somos los ciudadanos quienes pagamos el precio, la federación no está haciendo su parte, Puebla necesita más que abrazos.

 

En materia económica celebramos las acciones y los proyectos de inversión anunciados, seguiremos de cerca los avances. Sin duda el ambiente para los negocios en Puebla hoy es mucho mejor, al fin tenemos una secretaría de economía trabajando con todos. El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI dice que el desempeño económico de nuestro estado mejoró y aumentaron las remuneraciones de asalariados, tenemos un ecosistema empresarial dinámico.

 

Desafortunadamente, y de acuerdo con la organización México, ¿Cómo Vamos?, Puebla ocupa el lugar 14 en crecimiento de la actividad económica, con la informalidad como un lastre para la economía y una tragedia para aquellos que viven bajo esa circunstancia, apenas generamos menos de la mitad de los empleos formales que teníamos como meta. Debemos entrarle al tema con una estrategia conjunta, podemos generar un desarrollo inclusivo si le entramos sin filias, ni fobias.

 

Sólo le queda un año a este gobierno y todavía hay mucho por recuperar en casi todos los sectores, es un reto enorme, y si le sumamos el ingrediente electoral 2024, podemos concluir que para su último año el Gobernador va a requerir de toda su capacidad para conciliar, sumar voluntades y que pueda mantenerse al margen de las campañas para enfocarse en su función.

 

En la Coparmex tenemos claro que nadie es mejor que todos juntos, el nivel de resultados dependerá del nivel de compromiso y coordinación de gobierno y ciudadanos. Puebla tiene el potencial para atraer inversiones, generar empleos, desarrollar talento y despuntar en la escena nacional e internacional, en beneficio de todos los ciudadanos.

 

Bienvenido el 2024, un año que sin duda será emocionante en todos los aspectos.

 

¡Hasta la próxima y que Dios reparta suerte!