En la pasada edición de Mundo Ejecutivo Puebla realizamos un breve análisis de la política económica del Estado de Puebla que es la de Desarrollo Económico con Progreso Social basada en Clústeres. Y que significa que, a través de un modelo de cooperación y colaboración, seamos capaces de elevar la competitividad y productividad de los sectores productivos del Estado, creando al mismo tiempo condiciones sociales que permitan a las personas vivir con bienestar.
Para dar vida a esta política desde la Secretaría de Economía encabezada en ese momento por Olivia Salomón, fueron caracterizados e integrados 14 Clústeres Empresariales que unen a las principales industrias como lo son la Automotriz, Agroalimentaria, Textil y de la Confección, TICs, entre otras.
Ahora bien, si el objetivo es importantísimo, también el proceso para alcanzarlo importa y es relevante llevar a cabo un análisis del proceso que nos permite decir con toda seguridad que la política de Desarrollo Económico con Progreso Social es una política viva y que está dando grandes resultados en beneficio de Puebla, su desarrollo y su futuro. Y es que está basado en tres principios básicos: la profesionalización, la colaboración y la participación social.
PROFESIONALIZACIÓN.
La política de Clústeres comenzó con un proceso serio de formación, utilizando la metodología que creó Michael Porter para la Universidad de Harvard y que se impartió con tres enfoques. Primero la formación de quienes trabajamos en la Secretaría de Economía para conocer la responsabilidad, alcances y limitaciones de los servidores públicos en el desarrollo de los Clústeres. El segundo programa de formación que es el programa medular, fue impartido a las y los empresarios que se sumaron a la convocatoria de la entonces Secretaria Olivia Salomón, y que se denomina “ Lenguaje Común de Clústeres” y que dio como resultado las iniciativas Clúster que hoy siguen creciendo. Y finalmente el tercer programa de formación fue dirigido a las Directoras de los Clústeres y que se denomina “El Clúster Manager exitoso”. En su conjunto estos tres programas permiten un proceso formal de integración y enfoque de los Clústeres.
COLABORACIÓN.
La política en su implementación requirió la colaboración activa de múltiples organizaciones, comenzando por la propia participación del Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Economía como ente convocante, el grupo SINTONIA de la UPAEP como formador y asesor de los procesos de caracterización e integración, y las Universidades públicas y privadas que, además de conformar su propio Clúster se convirtieron en entes transversales de coordinación.
PARTICIPACIÓN SOCIAL.
Finalmente, como toda política pública, la participación activa y proactiva de más de 300 empresarios, rectores y consultores es la base fundamental del éxito de este esfuerzo, y es que uno de los objetivos primordiales que se plantearon, es que los Clústeres sean sustentables en el tiempo al estar totalmente en las manos de las y los empresarios fundadores. Sólo con la participación de los empresarios es que se da sentido y futuro al ecosistema de colaboración y productividad que los Clústeres nos ofrecen.