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CLÚSTERES Y CÁMARAS EMPRESARIALES UN ECOSISTEMA DE COLABORACIÓN Y SINERGIAS

En los últimos días la política de Desarrollo Económico y Progreso Social basada en Clústeres del Gobierno del Estado ha comenzado a dar pasos agigantados, tanto en la consolidación de los primeros Clústeres que fueron convocados por la Secretaría de Economía, la integración de esta política en el marco de la Ley de Desarrollo Económico Sustentable del Estado, como en la convocatoria a la tercera generación de Clústeres que estará integrada por Industrias Especializadas como lo son al Metal Mecánica, Plásticos, Construcción, Químico Farmacéutica y la Economía del Conocimiento o Industria Naranja.

 

Con este esfuerzo, Empresarios, Académicos y el Gobierno estarán integrando un total de 20 Clústeres, el número más alto para un Estado en América Latina.

 

Y en este entorno ha surgido una pregunta constante entre la Sociedad Empresarial, especialmente entre las y los integrantes de los Organismos Empresariales: Los Clústeres y las Cámaras ¿Son competencia o complementos?

 

Y es que ante la figura de una asociación empresarial estratégica tan parecida, podría tenerse la idea errónea de que los Clústeres compiten o sustituyen a las Cámaras Empresariales, pero eso es un error; ambas organizaciones tienen objetivos y estructuras diferentes que se complementan.

 

ANALICEMOS LAS MÁS IMPORTANTES.

ÓRGANO DE GOBIERNO.

Una de las diferencias más importantes entre los Clústeres y las Cámaras está en la conformación de sus Consejos Directivos y la forma en la que se gobierna y toman las decisiones de cada organismo. En el caso de las Cámaras, estas funcionan con absoluta autonomía, integrando sus Consejos Directivos a través de la elección democrática en su Asamblea integrada en su totalidad por las y los empresarios adheridos a la Cámara. Mientras que en el caso de los Clústeres, aunque las posiciones directivas son elegidas por los empresarios, el Gobierno tiene un asiento permanente en el Consejo Directivo y participa de manera activa en el diseño de estrategias y proyectos, y en la toma de decisiones. En muchos de los Consejos Directivos de los Clústeres es frecuente encontrar la representación de más de una Secretaría de Estado, Ayuntamientos, Instituciones de Educación Superior e incluso representantes de las Cámaras Empresariales afines o relacionadas con el Sector Empresarial correspondiente.

 

OBJETIVO.

La Ley Federal de Cámaras establece que la función de las Cámaras Empresariales es unir, organizar y representar a un sector empresarial, constituyéndose en un organismo intermedio de la sociedad que a través de su Presidente y Consejo, da voz a todo el sector para proponer, gestionar y reclamar a la autoridad respecto de las inquietudes y necesidades de las empresas. Mientras que los Clústeres funcionan como una mesa técnica de colaboración, enfocada totalmente en sus proyectos detonadores y estrategias de competitividad y productividad, manteniéndose ajenos de los temas políticos, administrativos y de gestión.

 

EJECUCIÓN DE PROYECTOS.

Finalmente podemos encontrar una diferencia importante en la forma en la que cada organismo lleva a cabo el desarrollo de sus actividades y proyectos. En el caso de las Cámaras llevan a cabo proyectos que planean y ejecutan por iniciativa propia, en los que pueden o no invitar a los representantes del Gobierno a participar y estas acciones dependen totalmente de la voluntad de los empresarios; mientras que los Clústeres dedican todo su esfuerzo a la ejecución de acciones que sumen a los proyectos detonadores previamente establecidos, y que son determinados en conjunto con el Gobierno y la Academia y siempre están enfocados en elevar la competitividad y productividad del Sector.

 

Es por ello que resulta recomendable que una empresa o empresario participe activamente tanto en una Cámara como en un Clúster, ya que ambas asociaciones se complementan.