CASA MIGUEL HERNÁNDEZ: RESCATANDO EL LEGADO VINÍCOLA DE PUEBLA
Mundo Ejecutivo 10 enero, 2025En una industria dominada por grandes potencias internacionales, Miguel Hernández se ha consolidado como un referente que está transformando el panorama vitivinícola de Puebla y posicionándolo en el mapa mundial. Desde sus primeros pasos hasta el establecimiento de Casa Miguel Hernández, su historia es un testimonio de cómo el trabajo arduo, la visión y la colaboración pueden convertir un sueño en una realidad impactante.
UN VISIONARIO EN ACCIÓN
“Miguel Hernández es un niño con sueños grandes”, así se define este empresario que pasó de una vida común en una familia de clase media trabajadora a liderar una de las iniciativas más ambiciosas en el sector del vino mexicano. Inspirado por el legado histórico de Puebla como cuna del vino en América, Miguel decidió rescatar y revitalizar una tradición que se remonta al siglo XVI. El sueño comenzó en 2010 mientras escribía su memoria de fin de estudios en Alemania. Desde el principio, Miguel identificó el potencial de Puebla, no solo como un centro histórico, sino también como una región ideal para el cultivo de la vid. En 2011, plantó sus primeras vides en un terreno de apenas mil metros cuadrados. Hoy, Casa Miguel Hernández cuenta con casi 70 hectáreas distribuidas en más de 10 municipios del estado.
CONSTRUYENDO SUEÑOS, GENERANDO IMPACTO
El crecimiento de Casa Miguel Hernández no solo se mide en hectáreas cultivadas, sino también en el impacto positivo que ha generado en las comunidades locales. Hernández ha conformado un equipo joven y talentoso que comparte su visión, logrando integrar a 32 familias al proyecto. Este modelo de negocio no solo se centra en la producción de vino, sino también en mejorar las condiciones de vida de quienes colaboran en la vinícola. “Un empresario tiene la responsabilidad de impactar positivamente la vida de las personas”, afirma Hernández. Bajo esta premisa, Casa Miguel Hernández ha contribuido a la economía local, generando empleos y promoviendo una cultura de excelencia y compromiso. Esta filosofía también ha llevado a la vinícola a ser reconocida internacionalmente por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) como una región productora de alta calidad.
INNOVACIÓN VINÍCOLA
Uno de los mayores logros de Hernández ha sido posicionar al Pinot Noir como la cepa emblema de Puebla. Gracias a su formación en Suiza y Francia, Miguel ha perfeccionado la producción de esta variedad en condiciones climáticas que desafían el imaginario colectivo sobre el cultivo de la vid. “Los mejores vinos no provienen de climas cálidos, sino de regiones frescas y boscosas”, explica. El éxito de su gama Ángeles 1531, un homenaje a la fundación de Puebla, es una muestra del compromiso de Casa Miguel Hernández con la calidad y la autenticidad. Este vino ha sido degustado en países como Francia, España y Estados Unidos, consolidando la reputación internacional de la vinícola.
FUTURO PROMETEDOR
Hernández no solo se enfoca en producir vinos de excelencia, sino también en construir un legado duradero. Entre sus planes a corto plazo destaca la creación de una bodega con hotel boutique que ofrecerá una experiencia integral para los amantes del vino y el turismo. “Queremos que Puebla sea un referente enólogo y gastronómico a nivel mundial”, comenta. Además, Miguel planea desarrollar una ruta del vino que complemente la rica oferta cultural y culinaria del estado, alargando la estadía promedio de los visitantes y generando una mayor derrama económica para la región. “El objetivo es que la gente no solo venga a disfrutar de un chile en nogada, sino también de una experiencia vitivinícola completa”.
NUEVAS GENERACIONES
La historia de Miguel Hernández es un ejemplo de cómo la perseverancia y el trabajo en equipo pueden superar cualquier obstáculo. Su mensaje para las nuevas generaciones es claro: “Nunca esperen tener todo listo para emprender; el momento es ahora”. Hernández también subraya la importancia de rodearse de personas talentosas que complementen las habilidades propias, creando un ecosistema de colaboración y crecimiento mutuo. Con esta filosofía, Casa Miguel Hernández no solo está transformando la industria del vino en Puebla, sino también inspirando a otros empresarios a soñar en grande. Para quienes deseen conocer y degustar los vinos de Casa Miguel Hernández, las puertas de su vinícola en San Pedro Cholula están abiertas. Además, los vinos están disponibles en puntos de venta exclusivos en Puebla y pueden ser adquiridos a través de sus redes sociales para envíos a nivel nacional. Hernández ha demostrado que los sueños pueden convertirse en realidades tangibles que benefician a toda una comunidad. Con una visión clara y una pasión inquebrantable, este empresario continúa escribiendo un capítulo glorioso en la historia vitivinícola de Puebla.