Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo histórico para detener los combates en Gaza e intercambiar rehenes por prisioneros palestinos. Este pacto, logrado después de 15 meses de conflicto, promete aliviar la devastación en el enclave. La mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar fue clave en las arduas negociaciones que, hasta el último momento, enfrentaron tensiones y modificaciones.
Principales puntos del acuerdo entre Israel y Hamás
El cese al fuego se implementará en tres fases. La primera incluye una tregua de seis semanas durante la cual Hamás liberará a 33 rehenes israelíes, priorizando mujeres, niños y ancianos. A cambio, Israel liberará a más de 1,200 prisioneros palestinos, incluyendo menores y mujeres encarcelados tras los ataques de 2023.
En paralelo, las tropas israelíes comenzarán una retirada gradual hacia la frontera, permitiendo el retorno de desplazados palestinos a sus hogares en el norte de Gaza.
El pacto también desbloquea el acceso humanitario a Gaza. Israel permitirá la entrada diaria de 600 camiones con suministros esenciales. Asimismo, los heridos graves podrán recibir tratamiento fuera del enclave a través del cruce de Rafah, que se reabrirá tras una semana.
Incertidumbres y próximos pasos
Aunque el acuerdo es un paso importante, enfrenta desafíos para garantizar su cumplimiento. Los líderes israelíes de derecha y sectores de Hamás muestran reservas sobre los compromisos. Además, el futuro político de Gaza permanece incierto. La reconstrucción, estimada en miles de millones de dólares, requerirá un esfuerzo internacional coordinado.
El presidente estadounidense Joe Biden expresó confianza en que el acuerdo permitirá detener los combates, pero reconoció que lograr una paz sostenible será complejo. El mundo observa con esperanza y cautela el avance de este frágil alto al fuego.