La expansión de estas relaciones comerciales se ha visto particularmente en el ámbito agroalimentario, donde México importó un récord de $8,575 millones de dólares de Brasil, marcando un crecimiento anual superior al 21%. Entre los productos más demandados se encuentran automóviles, vehículos para transporte de mercancía, y motores de pistón, destacando la fortaleza brasileña en estos sectores.
El Ministerio de Agricultura de Brasil celebró la extensión de medidas contra la inflación por parte de México, que han eximido de impuestos de importación a ciertos productos alimenticios, facilitando así la entrada de productos brasileños al mercado mexicano. Estas medidas han sido cruciales para el incremento del comercio bilateral, particularmente en productos como carne de aves de corral, carne de cerdo, carne de res, maíz, arroz, y huevos.
Sin embargo, este auge comercial ha enfrentado desafíos, especialmente en el sector de la carne, donde el rápido crecimiento de las importaciones de carne brasileña en México provocó reacciones de grupos de presión locales. Esto llevó a acciones legales buscando suspender las importaciones de carne de cerdo de Brasil, reflejando tensiones y desafíos dentro de esta relación comercial en expansión.
Además, el panorama logístico y comercial de México en 2024 sugiere un enfoque estratégico en la infraestructura y el nearshoring, aprovechando proyectos clave como el Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec para conectar más eficientemente los mercados asiáticos y de la costa este de los Estados Unidos. Este enfoque no solo busca fortalecer la posición de México en el comercio internacional sino también atraer inversión extranjera directa, lo que podría beneficiar aún más la relación comercial con Brasil.
Mientras tanto, el sector agropecuario mexicano muestra un balance entre desafíos significativos y oportunidades de crecimiento, especialmente en el sector lechero. A pesar de los desafíos presentados por las sequías y la dependencia de las importaciones de granos, como el maíz, el país se prepara para un año de potencial crecimiento, reflejando la resilencia y adaptabIlidad de su economía.
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