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VALORES Y EL SECTOR EMPRESARIAL 

Estimados lectores, me da gusto saludarlos nuevamente y compartir un tema que me parece fundamental y que se entiende como elemento natural de nuestro sector y que día a día, a través de nuestro entorno nos pone a prueba para entender que quizás a muchos nos falta mucho que trabajar en ello, me refiero a los Valores.

 

Como recordarán en CANACO nos hemos propuesto “Transformar a la sociedad a través de la libre empresa, el trabajo digno, el desarrollo económico y la promoción de instituciones responsables y eficientes”, reto que como he comentado, no es sencillo y que nos demanda iniciar por cada uno de nuestros, y es por ello que en este espacio decidí hablar de un valor fundamental como lo es el compromiso.

 

Hay muchas perspectivas desde cómo se entiende el valor del compromiso, por un lado podemos verlo como pilar fundamental del éxito, la dedicación, la perseverancia y hasta la pasión con la que hacemos las cosas. Otra perspectiva va relacionada con lo que se espera de nosotros, y yo diría que el compromiso es ir más allá, superando las expectativas y trabajando por el logro de los objetivos. Sin embargo, desde una mirada social, el compromiso es todo aquello que permite la construcción de un mundo mejor.

 

Quiero compartirles una experiencia que viví en días pasados, junto con un grupo de amigos, tuve la oportunidad de convivir con ancianos en una casa de retiro en donde encontramos algunos casos extremos de adultos mayores abandonados por la familia, seres humanos carentes de ese cariño familiar y que viven bajo el cobijo de la institución que visitamos. La razón de la visita era sensibilizarnos de la necesidad que hay en nuestra sociedad, el grito de ayuda que nos invita a sumarnos al esfuerzo y traté de generar un compromiso para que nuestra visita permitiera un apoyo económico real y constante, no era importante el monto económico de la ayuda, la intención era abrir la puerta a un cambio de actitud haciéndola mucho más sensible a la necesidad social, una clara oportunidad de marcar diferencia en este proceso de cambio.

 

Al finalizar la visita, los comentarios fueron muy positivos. Amigos mostraron su agradecimiento por haber vivido esta experiencia, y dentro de mí, pensaba en una ¡misión cumplida!, estaba esperanzado en haber podido contribuir con más recursos para la institución visitada. Como toda idea o proyecto quise investigar un poco en relación al resultado de nuestra visita y la respuesta no fue por mucho lo que me esperaba, prácticamente la visita había quedado en una buena experiencia pero en casi nulo beneficio para la institución que se había esmerado en transparentar el manejo de los recursos, una institución que conozco desde mi infancia y que incluso va respaldada por la Iglesia.

 

Desde entonces he reflexionado sobre qué estoy haciendo mal en lo personal, porque no soy capaz de transmitir la necesidad y el compromiso, qué le falta a la sociedad para que quienes somos bendecidos con un trabajo o negocio podamos compartir con los que más necesitan, eso también es compromiso y estoy claro que si queremos cambiar a nuestra sociedad y construir una mejor ciudad y un mejor país tenemos que iniciar por nosotros mismos, tenemos mucho que trabajar en este gran valor.

 

Hoy, hago un llamado a cada uno de ustedes para generar un compromiso más, ya que necesitamos empresarios y empresarias más sensibles a las necesidades de nuestro entorno, si no somos capaces de ayudar a la sociedad a través de las instituciones y asociaciones que tienen actividades con impactos sociales positivos, no seremos capaces de generar más y mejores empleos dignos. Trabajemos por un México más justo y empático, que cada una de nuestras actividades y proyectos tengan un compromiso de impacto real en la sociedad. ¡Vayamos juntos en este sentido porque el verdadero cambio solo lo podemos hacer en equipo!

 

¡Juntos somos más fuertes!