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EL AUMENTO DE ROBOS CARRETEROS: UN DESAFÍO PARA LOS TEXTILEROS DE PUEBLA Y TLAXCALA 

En lo que va del año 2023, la región Puebla- Tlaxcala ha sido testigo de un aumento alarmante en los robos carreteros, una preocupación creciente que afecta especialmente a los textileros que operan en la zona. Los incidentes se han concentrado en lugares estratégicos como San Martín Texmelucan, la Autopista México-Puebla y el Arco Norte, dejando a empresarios y trabajadores con una sensación de vulnerabilidad que amenaza la prosperidad de un sector vital para la economía regional.

 

La región de Puebla y Tlaxcala es conocida por su industria textil, que ha sido un motor económico clave durante décadas. Sin embargo, la reciente ola de robos carreteros ha dejado a muchos empresarios enfrentando pérdidas considerables, tanto económicas como emocionales. La situación ha llegado a un punto crítico en el que es imperativo que las autoridades tomen las medidas necesarias para proteger esta industria y garantizar la seguridad de quienes la componen.

 

San Martín Texmelucan, una de las localidades más afectadas, ha visto un aumento significativo en los robos de mercancías, lo que ha llevado a los empresarios a tomar medidas adicionales para salvaguardar sus productos y empleados. La Autopista México-Puebla y el Arco Norte, vías de transporte esenciales para la distribución de textiles y otros productos, se han convertido en puntos críticos donde los criminales actúan con audacia y violencia.

 

Las aseguradoras están renuentes a asegurar mercancía textil, o exigen que los trailers vayan con escolta armada. Además de esto, las fábricas se han visto obligadas a invertir en dispositivos GPS y cámaras para tener su mercancía ubicada. Todos estos costos los absorben los empresarios, ya que es imposible trasladarlos al cliente pues quedarían fuera del precio del mercado.

 

La responsabilidad de abordar este problema recae tanto en las autoridades locales como en las federales. Es necesario un enfoque integral que incluya:

  • MAYOR PRESENCIA POLICIAL: Incrementar la presencia policial en las áreas afectadas, con patrullajes regulares y puestos de control en puntos estratégicos de las carreteras. Esto disuadirá a los criminales y brindará una mayor sensación de seguridad a los empresarios y conductores.

 

  • COLABORACIÓN ENTRE JURISDICCIONES: La coordinación entre las autoridades municipales y estatales de Puebla y Tlaxcala, Guardia Nacional y el ejército; es esencial para abordar eficazmente este problema que trasciende fronteras estatales.

 

  • TECNOLOGÍA Y VIGILANCIA AVANZADA: La inversión en tecnología de vigilancia, como cámaras de seguridad en carreteras y vehículos, puede ayudar a identificar a los delincuentes y recopilar pruebas sólidas para su persecución legal.

 

  • PROGRAMAS DE CAPACITACIÓN: Ofrecer programas de capacitación a transportistas y empresarios sobre cómo actuar en caso de un robo carretero, promoviendo la seguridad y la cooperación con las autoridades.

 

  • SANCIONES SEVERAS: Establecer sanciones más severas para aquellos que sean condenados por robos carreteros, con el fin de disuadir a potenciales delincuentes. Y asegurarse de que el sistema penal acusatorio no les permita evadir la legalidad.

 

Sin duda la reciente noticia de la reactivación de los arcos de seguridad que hay en el Estado, es una gran iniciativa por parte del gobernador, Segio Salomón Cespedes Peregrina, para combatir la inseguridad que tanto afecta a la industria de la región. Esperemos que esta inversión rinda frutos y se combata con mano dura la delincuencia que opera en las principales vías de comercio.

 

En conclusión, el aumento de robos carreteros en la región, es un problema que no puede ser ignorado. La industria textil, un pilar de la economía local, está en riesgo debido a esta creciente amenaza. Las autoridades tienen la responsabilidad de actuar en consecuencia, implementando medidas efectivas para garantizar la seguridad de quienes dependen de esta industria y restaurar la confianza en las carreteras de la región. El futuro de la economía local y de los textileros está en juego, y es hora de tomar medidas decisivas para protegerlos.