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Guillermo Gómez, empresario poblano, cuenta el “cómo sí” logró hacer las cosas y ayudar a miles de poblanos y poblanas.

Una de las acciones más nobles que el ser humano puede realizar es ayudar al prójimo. Trabajar en conjunto para conseguir un objetivo superior debe ser siempre una meta que la gente se esfuerce por alcanzar.

Desde hace más de 38 años Guillermo Gómez, empresario y filántropo de Puebla, ha colaborado con fundaciones y organizaciones sin fines de lucro.

Se ha involucrado en campañas a favor de la salud de los poblanos, atendiendo a miles de personas y ofreciendo cirugías de cardiología, reemplazo de arterias coronarias, implantes cocleares, cirugía de cataratas, de labio leporino, campañas de estomatología, de consultas generales y de mastografía, ha donado auxiliares auditivos, por mencionar algunas. Pero dentro de este amplio portafolio, nos platicó quién es él: “Guillermo Gómez es esposo, padre de tres hijos, felizmente casado. Empresario, emprendedor, inquieto, apasionado, informal en mi actuar. Siempre tratando de hacer que las cosas fluyan”.

 

“La chamba de Guillermo es unir las oportunidades con las necesidades. Lo único que hago es amarrar los hilitos”.

 

LA INERCIA DEL ALTRUISMO

Desde los 14 años ha sido una persona al servicio de los demás. En sus palabras: “Ya andaba yo vendiendo cosas, fabricando, imprimiendo, vendiendo y cuantas cosas se ofrecían”

Con el paso del tiempo se fue involucrando en temas cada vez más complejos, como la venta de medicamentos y material de curación, integración de servicios de salud, participando en los quirófanos de los hospitales, en las clínicas de cirugías de alta especialidad, etc. Temas que exigían una responsabilidad más grande, pero también que brindaron una satisfacción mayor.

De esta manera se ve representada su trayectoria y hacia dónde lo llevaron todas las acciones que realizó:

“El tema de ayudar, el altruismo, nació desde mi papá y mis abuelos. Ellos toda la vida ayudaron. Siempre estuvieron involucrados en fundaciones, organizaciones, y desde muy chico nos involucraron a mí y a mi hermano en participar, en ayudar”.

Es así como su propio altruismo lo llevaron más y más cerca de la gente, cada vez más cerca de las personas con las que colabora. 

 

SU MAYOR RETO

Sin duda uno de los obstáculos más grandes para cualquier empresa es la estructuración. Cuando una marca comienza a salir al mercado y desarrollarse en el tema de ventas, de la gestión del tiempo, delos colaboradores, entre otras cosas, también se encuentra con muchas dificultades. Esto es difícil de coordinar, pues incluso el mismo empresario expresa: “Mi mayor reto ha sido el tiempo. El tiempo y la agenda. El organizar, el delegar…”

 

Y DE LA MISMA MANERA, ACONSEJA:

“Tienes que delegar también las responsabilidades: cada quien tiene que cumplir con su papel. Cuando tú haces algo con alguien, y para que salga todo bien, es importante que quede claro qué es lo que esperas del otro y qué espera de ti. Donde cada quien quede con su responsabilidad, se va a lograr”.

 

ACERCARSE A LO QUE YA EXISTE

El empresario recalca la importancia de no generar más agrupaciones a las ya existentes. Con las ya existentes, hay que sumar. Respecto a lo anterior, Guillermo comenta:

 

“El chiste es que la gente se una a lo que ya existe: está IPODERAC, está JUCONI, está Abre tu corazón, están los proactivos… Y te puedo nombrar miles, esas son solo las locales. La gente no tiene que inventar el ‘hilo negro’ para poder ayudar a alguien”.

 

MI RECOMENDACIÓN SERÍA ‘ACÉRQUENSE A LO QUE YA EXISTE’.

Hay que identificar qué es lo que te mueve, luego buscar qué es lo que hay en tu entorno y en tu ciudad, para sumarte a eso. Y sumándote, multiplicas”.

Un dato muy interesante que compartió el empresario fue que, en México, la gente participa en 0.3 asociaciones o agrupaciones de beneficencia pública. Mientras que, por el otro lado, en Australia la gente participa en promedio en 11 o 7 asociaciones.

Guillermo Gómez reafirma que hay mucha oportunidad para este tipo de fundaciones y este tipo de ayuda en México. Comenta que la gente tiene que involucrarse más en los temas sociales, resaltando que “Hasta el día de hoy, no conozco a alguien que vaya a alguna campaña, a alguna visita al CRIT, a una entrega de becas, etc. y que no se conmueva realmente, que no vea lo valioso que es el participar, el tiempo. Y el recurso más limitado de cualquier persona es el tiempo. Si tu invitas a alguien a que participe contigo, que te acompañe, nunca más lo va a dejar de hacer”.

 

“A veces la gente dice ‘no tengo dinero, no puedo participar’. No, no tienes que dar dinero: acompáñame. Al final, los que más acaban ayudando son los que me acompañan, los que van conmigo y se involucran”.

 

Guillermo Gómez es un ejemplo de altruismo, ayuda, nobleza y humildad. Su historia es un claro ejemplo de cómo la humanidad aún conserva esa esperanza, ese apoyo desinteresado y solidaridad que practica con el prójimo. Su trayectoria es un modelo a seguir en cuanto a las acciones, el altruismo que transmite y que, al final de cuentas, se ve reflejado en los resultados y el impacto que ha conseguido.