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Estos países son potencias mundiales en la industria manufacturera, por lo que no es de sorprender que las relaciones económicas entre ambos, mantengan vínculos vigentes en los ámbitos de comercio y vinculación tecnológica.

Pola Grijalva, vocal presidente del Consejo Consultivo de la Cámara de Comercio y Tecnología México China (CCTMC), considera que aspectos como el nearshoring, así como la ubicación geográfica de México en el mundo, son factores para que la nación se convierta en un lugar clave para las actividades económicas del gigante de Asia.

 

Grijalva mencionó que la telecomunicación abrió la posibilidad de que esa relación sea rápida gracias a la infraestructura poderosa por mar y tierra, que hace que esta interacción genere proyectos viables en los siguientes días, semanas o meses.

 

“México siempre ha sentido que Asia está muy lejos, más en los últimos tiempos, la globalización nos indicó, sobre todo después de la pandemia, que no es así” dijo Grijalva para confirmar el interés de la relación de negocios bilateral por parte de los empresarios.

 

MÉXICO ATRACTIVO PARA CHINA

Amapola describe que existen tres aspectos fundamentales para entender el interés que tienen los empresarios chinos en la nación mexicana, por lo que señala que eso transformó la percepción que se tiene en el país ante las posibilidades objetivas y reales de conectar Asia con el lado occidental.

 

El primer aspecto es la región y posición geográfica del país, al ubicarse en un lugar privilegiado para hacer negocios en el hemisferio sur y norte. “México no puede quedarse aislado, está muy claro que estamos destinados a ser el socio comercial estratégico más importante para China en el hemisferio, porque dentro de América Latina somos el país cuyas exportaciones son fundamentalmente de manufactura, eso quiere decir que nuestro nivel de desarrollo es importante para el mundo, así lo ven los inversionistas extranjeros”.

 

Lo anterior complementa el segundo aspecto. México es el único país de Latinoamérica que tiene una relación directa y armoniosa con Estados Unidos y Canadá al compartir espacio en la misma región.

 

“Al formar parte de Norteamérica, se cuenta con todos los accesos preferenciales a los mercados más importantes del planeta, pero en particular al más grande del mundo (Estados Unidos), eso nos pone hoy en una posición meramente competitiva y atractiva para China; México en realidad es el primer socio comercial de la primera economía del mundo”, complementa la especialista.

 

Cabe recordar que en el mes de agosto la Oficina del Censo de los Estados Unidos consolidó a México como el principal socio en el semestre del 2023 con una participación en comercio exterior del 15.4%, lo sigue Canadá con 15.4% y después China con 10.9 por ciento, por lo que lo pueden incrementar si se fortalece más la relación con México.

 

El tercer punto es la conexión entre ambos hemisferios (sur y norte) y las relaciones que se tienen en ambas partes del mundo, donde la licenciada pronunció que así como los empresarios chinos buscan extenderse en el lado occidental, también planean hacerlo verticalmente en este lado del mundo.

 

“Las excelentes relaciones y prácticas con los países latinoamericanos también son ventajas muy importantes en las que empresas chinas que están operando en México puedan tomar ventaja de esta oportunidad del mercado global”, dijo.

 

Refirió que las excelentes relaciones y prácticas que tiene el país hispanohablante del norte de América con Latinoamérica son factores importantes en los que las empresas chinas que operan en el país pueden tomar ventaja para una mayor conexión con el mercado sudamericano.

 

FUTURO DE MÉXICO

Grijalva destacó que la proyección de este vínculo está asegurado para ser un futuro brillante, puesto que la federación mexicana ya hizo la tarea de entender su posición estratégica en comercio y geoeconomía, por lo que señala que en estos momentos el país se encuentra en la mejor posición para jugar en las mejores mesas de las mejores partidas.

 

“Hay un cambio cualitativo y cuantitativo en la economía global, donde debemos de estar claros que si no lo dirigimos bien puede quedarse en una buena oportunidad y no materializarse en proyectos concretos con las empresas y empresarios que están interesados en entrar a las relaciones bilaterales, en total estimamos que han llegado a México y con operaciones establecidas alrededor de 200 empresas chinas”.

 

Aclaró que al menos cinco empresas del país oriental por mes tocan la puerta de la Cámara, por el interés que tienen en relacionarse con la nación latinoamericana.

 

RETOS EN LA INTERACCIÓN COMERCIAL

La consejera señala que existen cinco adversidades que México tiene para que los empresarios chinos concreten hacer negocios con los nacionales, los cuales son temas públicos y culturales.

 

Señala que el principal desafío es el tema de la percepción de la violencia en México, pues la situación de seguridad rebasa las fronteras, tras conocer la popularidad de los grupos delictivos más grandes del mundo.

 

“Crecimiento de la proactividad y actividad de muchos elementos del crimen organizado; es una realidad que hay muchas zonas del país que están calificadas con un alto índice de criminalidad, por lo que tenemos que guiar a los empresarios chinos para que no se establezcan en estas regiones”.

 

El segundo es el aspecto migratorio, pues China está listada como una nacionalidad restringida, por lo que los trámites laborales son retardadores y desacelera la llegada de talentos al país.

 

“Están llegando personas que tienen un rol en la toma de decisiones para las riendas de los negocios, al igual que tecnólogos, auditores de control de proyectos, son los principales cargos que se están desplazando hacia México; pero siempre se debe de verificar cuál es su calidad migratoria, hacer entender la ley mexicana es una cosa que hacemos de manera continua”.

 

El tercer punto que comparte Amapola son los derechos corporativos, distintos a los que hay en la nación de origen, tanto como las condiciones para establecer que demanda el gobierno mexicano, como las altas al SAT o al Seguro Social.

 

A lo cual lo lleva al cuarto punto que es la diferencia cultural de las condiciones de trabajo, aclaró que es explicarles cómo son las reglas del juego para los derechos laborales en México; tomó, por ejemplo, que en algunas ocasiones no entienden por qué en los contratos se cobra una parte de las operaciones al trabajador, donde se retira una parte de los impuestos en cada nómina y la parte patronal que son las contribuciones que se hacen para las prestaciones.

 

El último aspecto es el arribo de los expatriados, añadió que son temas de incertidumbre por parte del colaborador chino al llegar al país con los servicios como de escuelas para los hijos, salud, el tema de las prestaciones.

 

“Son personas que mantienen sus contratos en su lugar de origen, entonces aquí al ser trasladados generan la duda de ¿qué está pasando? en términos fiscales y aduaneros, que lleva mucho tiempo de ejecución, programación. Cosas puntuales que deben de hacer las empresas establecidas en México”.

 

Ahora que el gobierno chino autorizó el pasado 9 de agosto, los viajes organizados a 70 países tras cerrar sus fronteras en 2020 a consecuencia de la crisis sanitaria, esto incluye la llegada a mercados claves como lo son Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Australia y México lo que podría ser un impulso para las industrias manufactureras, tecnológicas y turísticas