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El poder de la participación ciudadana

Los tiempos electorales están por iniciar, y desde ahora hay mucho movimiento al respecto, a la vista y oídos de todos nosotros. Seguramente, al igual que me sucede a mí, las reuniones entre amigos se tornan acaloradas cuando de hablar de política se trata. ¿Quién podría ser el mejor candidato?, ¿Cuál podría representar la mejor propuesta?, ¿Quién es el más conveniente?, y al parecer todos somos expertos en lo que deberían hacer los gobiernos para transformar a nuestro querido México. Sin embargo, todo queda en eso, una plática entre amigos. A los mexicanos nos falta involucrarnos en las decisiones y participar de forma activa en este y en todos los procesos democráticos.

Hay que mencionar lo valioso que es la participación ciudadana, no solo en los procesos electorales sino también en el día a día, en las acciones y decisiones que requiere nuestra sociedad. Hablar de seguridad, desarrollo económico, trabajo digno, también es tarea de todos. Entendamos la participación ciudadana como factor crucial para el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo de una mejor sociedad en México. Cuando los ciudadanos se involucran activamente en la toma de decisiones políticas y sociales, se crea un ambiente propicio para la rendición de cuentas, la transparencia y el bienestar de la sociedad.

Sin embargo, los números no mienten y debieran provocar un cambio y un plan de acción en todos nosotros, desde el seno de nuestras familias, organizaciones, comercios, instituciones educativas y en la sociedad en general. Tan solo hay que mirar al pasado, en elecciones presidenciales la participación es variable, oscilando entre el 50% y el 60%. En 2018, México vivió una de las jornadas más participativas con alrededor del 63.4%. Pero en procesos locales, para elegir gobernadores, diputados y alcaldes, la participación se reduce, siendo la media nacional entre un 40 y 45%. Estos datos son un reflejo de lo mucho que hemos dejado de hacer.

Es momento de comprometernos a trabajar de una forma distinta, a entender que todos debemos y tenemos que participar de forma activa desde nuestro entorno, siendo factor de formación e información respecto a los asuntos políticos y sociales. Es momento de tomar una postura con mayor compromiso, participando como observadores electorales, ¡fomentando el valor y la responsabilidad cívica del voto! El poder está en nuestras manos.

Como sociedad, hemos dado ejemplo que cuando queremos se puede y que somos solidarios, como en los terremotos del 85 y los temblores más recientes como el de 2017, o las movilizaciones sociales que se han presentado contra la violencia de género, la inseguridad, la corrupción, el medio ambiente, la defensa del INE y a las instituciones; expresiones que sin duda muestran descontento y demandas ciudadanas y que reflejan un nivel de participación activa y preocupación por los asuntos públicos.

Quiero agradecer a los lectores e invitarlos a que nos pongamos manos a la obra. Pasemos de la charla entre amigos a las acciones, sumemos esfuerzos participando de la mano de los organismos empresariales y con las organizaciones que promueven la participación ciudadana, logrando que las decisiones políticas sean de todos y no de unos cuantos. Trabajemos por una mejor sociedad, un mejor futuro y un mejor país.

¡Juntos somos más fuertes!