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El Poder Computacional como plataforma de nuestro desarrollo exponencial

El invento que probablemente ha impulsado más el desarrollo humano en la era moderna, ha sido la computadora. Desde los primeros intentos de crear máquinas que pudieran desempeñar tareas analíticas a mediados del Siglo XIX, hasta los equipos que usamos hoy en día. El desarrollo del poder computacional ha estado caracterizado por una capacidad mayor a un costo menor.

Cuando nombro los elementos que han caracterizado esta evolución, no me refiero a un desarrollo lineal, sino a una curva exponencial basada en una observación del cofundador de Intel, Gordon Moore.

Aquí te explico la diferencia entre un crecimiento lineal y uno exponencial: Es fácil predecir dónde terminaremos después de dar 30 pasos lineales (a 30 metros de distancia), pero si te pidiera predecir dónde estarás en 30 pasos exponenciales (un exponencial es una simple duplicación como 1, 2, 4, 8, 16, 32, y así sucesivamente)… se vuelve más difícil. En 30 pasos exponenciales estarás a mil millones de metros de distancia.

Como lo explica Peter Diamandis, cofundador de Singularity University: “Hace cuatro décadas, si querías acceder a mil procesadores de núcleo, tendrías que haber sido el presidente del Departamento de Ciencias de la Computación del MIT o el secretario de Defensa de los Estados Unidos. Hoy en día, el chip promedio en tu teléfono inteligente puede realizar miles de millones de cálculos por segundo. Estos continuos avances dejan en claro cuán atrasado está nuestro tradicional pensamiento sobre la computación”.

Y hace pocos años, cuando se pensaba que finalmente la curva exponencial iba a desacelerarse, ya tenemos a nuestro alcance la siguiente generación de computadoras: la revolución de la computación cuántica.

La tecnología de las computadoras cuánticas utiliza las propiedades inherentes del mundo cuántico para acelerar radicalmente ciertos tipos de computación. Como lo explica Diamandis: “A escala cuántica, las partículas a menudo pueden estar en dos estados a la vez y en cualquier lugar intermedio. Un concepto llamado superposición cuántica”.

Como resultado, las computadoras que utilizan este hecho, a menudo pueden explorar el espacio de soluciones a un problema de una manera exponencialmente más rápida. Muchas clases de problemas, como el análisis de redes, la simulación molecular y la optimización del aprendizaje automático pueden acelerarse significativamente con la computación cuántica. Por ejemplo, en 2019 Google utilizó una computadora de 53 qubits para resolver un problema en 200 segundos que nuestras supercomputadoras más poderosas habrían tardado 10,000 años en resolver.”

¿Hasta ahora, a dónde nos ha llevado este desarrollo del poder computacional? Hemos sido testigos del surgimiento de múltiples tecnologías que han aprovechado este desarrollo y se han montado en esta curva de desarrollo exponencial. De las más eminentes podemos nombrar la inteligencia artificial, la robótica, la realidad virtual y la aumentada, la biología sintética, etc. por nombrar algunas. Uno de los efectos más significativos es que estas tecnologías están convergiendo unas con otras, lo que está llevando a un efecto de aceleración sobre aceleración.

Por esta misma razón estamos viviendo un avance nunca antes visto en la historia de la humanidad. La medida en que hemos progresado tecnológicamente en los últimos 50 años es mucho más que el resto de la historia de la humanidad en conjunto. Hace cincuenta años, habría sido inconcebible haber previsto cuánto habríamos avanzado hoy y, del mismo modo, deberíamos esperar que en los próximos 50 años el mundo sea un lugar radicalmente diferente.

En el pasado, la restricción computacional nos llevaba a usar este poder para calcular escenarios muy específicos y restringidos. Esto llevaba nuestro pensamiento a estar limitado por la escasez informática. Como lo describe Carl Bass, ex CEO de Autodesk y especialista en la materia: “En la nueva era exponencial impulsada por una computación casi infinita, ahora podemos aplicar simultáneamente 10,000 CPU’s al mismo problema, explorando miles de soluciones posibles, resolviendo y optimizando en segundos”.

Entonces, ¿a dónde nos llevará este masivo poder computacional en un futuro que se acerca cada vez más rápido?