Por más de diez años, México se ha mantenido como uno de los principales productores y ensambladores automotrices en el mundo, lo cual lo hace un territorio clave para los cruciales retos que la industria automotriz se ha propuesto. El creciente número de marcas automotrices con presencia en nuestro país, conforman un panorama destacable de los cambios que se avecinan en un futuro, cada vez más cercano.
Es bien sabido que, durante los últimos años, esta industria sufrió grandes problemas, por la escasez de componentes esenciales (principalmente semiconductores) y la interrupción internacional de las cadenas de producción, que derivaron de la pandemia por SARS-CoV-2. Sin embargo, en lo que va del año, en México se registra un importante crecimiento del 7% en las ventas de automóviles, respecto a lo reportado en 2022.
Asimismo, con una lista que asciende a más de cincuenta marcas en el país, doce son los estados de la República Mexicana que cuentan con, al menos, una de las 39 plantas automotrices que producen motores, transmisores y, en especial, algunos modelos de automóviles. Esto, para empresas provenientes de países tales como Estados Unidos, Alemania, Japón, Corea del Sur y, más recientemente, China, por mencionar algunos de los más relevantes.
En lo referente a vehículos ligeros, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) indica que, en el primer bimestre de 2023, se produjeron alrededor de 600 mil unidades. De este total, poco más del 75% se exportaron a países de todo el mundo y entre los cuales destaca Estados Unidos, con un 76.8% como destino de exportación para México. En gran medida, esta última cifra responde a los aranceles que el gobierno estadounidense impone a las automotrices extranjeras, principalmente a las provenientes de China.
Al tener numerosos acuerdos comerciales con diferentes empresas automotrices a nivel internacional, México se coloca como un punto estratégico dentro del modelo de Nearshoring y, en sí, en la exportación de vehículos para toda la región de Centro y Norteamérica.
En este sentido, ante el acelerado avance tecnológico del sector automotriz eléctrico, en contra del uso de hidrocarburos, México ha favorecido su desarrollo en el continente, al contar, actualmente, con la presencia de siete marcas chinas que apuestan por ello. Además, por supuesto, los recientes planes de la marca estadounidense Tesla, en nuestro país, suman enormemente a este importante cambio energético, que ya tiene gran impacto en todo el mundo.
De acuerdo con Thomas Karig, consultor del sector automotriz y gobernanza, México tiene grandes oportunidades para aumentar su producción; ya que ahora mismo se producen 3.3 millones de vehículos en el país, aun cuando se tiene la capacidad de generar 5 millones.
Por estas razones es que, en este 2023, México tiene previsto recibir todavía más inversiones extranjeras y ser uno de los países que contribuyan a la recuperación económica de la industria automotriz.