Las mujeres son más propensas a padecerlo y se potencializa principalmente por los estereotipos y la presión social.
Seguramente has escuchado hablar del síndrome del impostor, una condición que se caracteriza por una sensación de inseguridad que lleva a los colaboradores a pensar que no son merecedores del trabajo que tienen o de sus logros.
Si bien no es considerado como un trastorno psicológico, sí afecta la manera en que los trabajadores se perciben a sí mismos, con sentimientos negativos de su persona, incluso pueden llegar a considerar que son un fraude y que no son buenos en lo que hacen.
A nivel mundial, el 82% de los trabajadores, han sufrido el síndrome del impostor, de acuerdo con el Journal of General Internal Medicine.
Este padecimiento fue descubierto en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes, luego de llevar a cabo una investigación entre 150 mujeres profesionistas, con importantes logros a lo largo de su carrera que estaban convencidas de que su éxito se debía a un golpe de suerte y no a sus habilidades y conocimientos.
El informe evidenció, que las mujeres son más propensas que los hombres a padecerlo, principalmente por los estereotipos y la presión social que aumentan la falta de confianza en sí mismas y que les genera dudas constantes respecto a sus capacidades profesionales.
La bolsa de trabajo, OCCMundial, señala que el 76% de los mexicanos padecen el síndrome del impostor, de estos, el 46% lo sufre de manera esporádica, mientras que el 30% lo manifiesta casi todo el tiempo.
SEÑALES DE ALERTA
Una manera de conocer si tú o alguno de tus colaboradores padece el síndrome del impostor o de la impostora, es observando si presentan alguna de las siguientes actitudes:
- Cuando son reconocidos por su desempeño se muestran inseguros y nerviosos.
- Piensan que no tienen los conocimientos o las habilidades necesarias para ocupar un cargo de mayor responsabilidad.
- Son perfeccionistas en sus actividades y aun así creen que no son lo suficientemente buenas.
- Sacrifican su bienestar físico y emocional para realizar más trabajo.
- Dudan de sus capacidades.
- Manifiestan sentimientos de soledad o se aíslan constantemente.
- Tienen miedo de perder su empleo por no ser competentes como otros creen.
Ante esta situación, los líderes deben poner en práctica diversas acciones para ayudar a los colaboradores a enfrentar esta condición, como las que se describen a continuación.
GENERA ESPACIOS DE CONFIANZA
Resulta conveniente fomentar reuniones en las que los trabajadores puedan expresar abiertamente cómo se sienten y lo que piensan, esto permitirá identificar si están experimentando alguna situación emocional o psicológica que pueda poner en riesgo su salud física y emocional.
CELEBRA SUS LOGROS
Si bien es importante reconocer los logros de los colaboradores, también es importante que ellos mismos estén convencidos de que sus éxitos son el resultado de su desempeño. Habla con ellos y hazles saber que son elementos valiosos y recuérdales cuáles son sus principales habilidades y fortalezas, esto les ayudará a generar confianza en sí mismos.
EVITA LLAMARLES LA ATENCIÓN EN PÚBLICO
La retroalimentación con el equipo de trabajo es clave para fomentar su desarrollo profesional. Sin embargo, es importante hacerlo de manera individual, para evitar que se sientan juzgados ante el resto de sus compañeros. Recuerda, se felicita en público y se regaña en privado.
AMBIENTE DE IGUALDAD
Para evitar que los colaboradores se sientan excluidos o poco valorados, es importante que todos tengan acceso a las mismas oportunidades, por ejemplo, al trabajo flexible. Esto contribuirá a que sus niveles de inseguridad se reduzcan, y desarrollen un sentido de pertenencia.