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Garantizar la equidad económica y social permitirá alcanzar niveles ideales de sostenibilidad en el mundo

Muchos de los retos a los que se en­frenta el ser humano, como el cambio climático, la escasez de agua, la des­igualdad social, y la pobreza; sólo se pueden resolver con la participación global de la sociedad, industrias y los gobiernos, y promoviendo el desarrollo sostenible.

Hablar de sostenibilidad es hablar sobre el impacto negativo que generan el desarrollo económico y la globalización en el medio am­biente. El concepto se utilizó por primera vez en el informe Brundtland, elaborado por dis­tintos países para la Organización de las Na­ciones Unidas (ONU), y publicado en 1987; en este se alertó sobre las consecuencias negati­vas ocasionadas por el desarrollo económico en el medio ambiente, asimismo, se ofrecían algunas soluciones a los problemas derivados de la industrialización y el crecimiento de la población a nivel mundial.

De este modo, dicho informe, que inicial­mente se denominó “Nuestro futuro común”, se convirtió en un referente para sentar las bases del desarrollo sostenible, mismo que consiste en satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones, considerando tres pilares esenciales:

  • Protección del medio ambiente. Asu­miendo que la naturaleza no es una fuente inagotable de recursos, por lo cual resulta importante protegerla, manteniendo un uso racional de los re­cursos naturales, sin que ello implique renunciar al desarrollo social y econó­mico.
  • Desarrollo social. Buscando la integra­ción entre las comunidades y culturas para alcanzar niveles satisfactorios en la calidad de vida, salud y educación.
  • Crecimiento económico. Promover un desarrollo económico que genere rique­za equitativa para todas las sociedades, sin dañar el medio ambiente.

 

MEJOREMOS LA CALIDAD DE VIDA

Conforme las sociedades se desarrollan y avanzan, resulta fundamental trabajar por un desarrollo sostenible que garantice la equidad económica y social entre las mismas, y que contribuya a alcanzar niveles ideales de sostenibilidad en todo el mundo, en el que las personas puedan tener una mejor calidad de vida sin afectar el medio ambiente. A fin de lograrlo, en el 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estableció 17 Objeti­vos globales en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (ODS), mismos que deberán ser al­canzados en 15 años.

Así, los objetivos establecidos por la ONU son: Fin de la pobreza; Hambre cero; Salud y bienestar; Educación de calidad; Igualdad de género; Agua limpia y saneamiento; Energía asequible y no contaminante; Trabajo decente y crecimiento económico; Industria, innova­ción e infraestructura; Reducción de las des­igualdades; Ciudades y comunidades soste­nibles; Producción y consumo responsables; Acción por el clima; Vida submarina; Vida de ecosistemas terrestres; Paz, justicia e institu­ciones sólidas; Alianzas para lograr objetivos.

De acuerdo con el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2022 (ODS), elabo­rado por la ONU, la tasa de pobreza laboral aumentó por primera vez en casi dos décadas lo que llevó a cerca de 8 millones de trabaja­dores a la pobreza.

Relacionado con el segundo ODS, Hambre Cero el documento señala que los conflictos, el COVID-19, el cambio climático, las des­igualdades que siguen en aumento ponen en el foco la seguridad alimentaria en todo el mundo, pues cerca de 1 de cada diez personas padece hambre.

Una muestra de ello es que a raíz de la crisis en Ucrania por el conflicto bélico se produjo una crisis alimentaria para los más pobres en el mundo, ya que este país y la fe­deración rusa abastecen exportaciones mun­diales: 30% del trigo, 20% de maíz y 80% de semilla de girasol.

Además, como dato, cabe señalar que el au­mento de precios en los alimentos afectó al 47% de los países en 2020, frente al 16% que se presentó en el 2019, año previo al inicio de la pandemia.

Otro de los ODS relacionado con el tema del medio ambiente y sus recursos es el 6, que se enfoca en Agua Limpia y Saneamiento, al respecto, la ONU apuntó en su informe que los ecosistemas relacionados con el agua en todo el mundo se están degradando a un rit­mo acelerado y por ende alarmante. Indican que más de 733 millones de personas viven en países con niveles alto y crítico de estrés hídrico y al menos 3 mil millones de personas desconocen la calidad del agua de la que de­penden, debido a la falta de supervisión.

Al ritmo actual, para el 2030 mil 600 millo­nes de personas no contará con agua potable y mil 900 millones de personas no tendrán instalaciones básicas para lavarse las manos.

Respecto a la Energía Asequible y no con­taminante, que corresponde al ODS número 7, cabe la posibilidad que al 2030, 679 millones de personas no tengan energía eléctrica. Re­lacionado con lo anterior, y enfocado en Ciu­dades y comunidades sostenible, Objetivo con el que se busca lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, se­guros, resilientes y sostenibles, se menciona que el crecimiento de ciudades aumenta los problemas de los residuos sólidos urbanos; a nivel mundial el 82% de los residuos sólidos municipales fueron recogidos y el 55% fue gestionado en instalaciones controladas.

El informe de la ONU sobre el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible refiere que es fundamental tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efec­tos, incluso señaló que el mundo se encuentra en “código rojo”. Apunta que las emisiones de CO2 relacionados con la energía aumentaron 6% en 2021, lo que significó el nivel más alto de la historia.

Además, la financiación contra el cambio climático no alcanzó los 100 mil millones comprometidos de manera anual, pues los países desarrollados aportaron 79 mil 600 millones en 2019, frente a 78 mil 300 millo­nes en el 2018. Los escenarios futuros de la OCDE estiman que la meta de 100 mil millo­nes de dólares no se alcanzará hasta 2023.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus si­glas en inglés) ha estimado que se necesita­rán entre 1.6 y 3.8 billones de dólares al año hasta 2050 para que el mundo pueda transi­tar a un futuro con bajas emisiones de carbo­no y evite un calentamiento superior a 1.5 °C.

“El aumento de las olas de calor, las se­quías y las inundaciones causadas por el cambio climático ya están afectando a mi­les de millones de personas en todo el mun­do y provocando cambios potencialmente irreversibles en los ecosistemas mundiales. Para limitar el calentamiento a 1.5° Celsius por encima de los niveles preindustriales, tal como lo establece el Acuerdo de París, las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo deberán alcanzar su pico antes de 2025. Después deberán reducirse en un 43% para el año 2030 y llegar a cero en 2050”, se­gún indica el IPCC.

 

ACCIONES A FAVOR DEL PLANETA

Conscientes de esta situación, los países miembros de la ONU, han tomado medidas encaminadas al cuidado del medio ambiente; empresas, gobiernos, la comunidad científi­ca y la sociedad civil, están trabajando para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible que garantizarán mejores condiciones de vida para todo el planeta.

Cada vez más empresas e instituciones de diversos sectores se están sumando al reto para impulsar la sostenibilidad desde su in­terior; sin embargo, la tarea no es fácil, se requiere de un fuerte compromiso no sólo en el cuidado del medio ambiente, sino también con la sociedad, trabajando para que esta sea más justa, equitativa, con las mismas oportu­nidades y desarrollo económico.

Para que las empresas logren y mantengan un desarrollo sostenible, es necesario que en­foquen sus acciones en generar productos que no dañen el medio ambiente, utilizar los re­cursos naturales de manera responsable, re­ducir su impacto ambiental a través de inicia­tivas que minimicen las emisiones de carbono, el consumo de energía y agua; crear mejores condiciones de trabajo para sus colaborado­res, promover la equidad, fomentar acciones en beneficio de la salud y el desarrollo econó­mico, impulsar el uso de energías renovables; reducir la brecha de desigualdad; entre otros.

En este sentido, existen diversas organi­zaciones e iniciativas que promueven el de­sarrollo sostenible, como el Pacto Mundial a través del cual las empresas se comprometen de manera voluntaria a alinear sus estrate­gias y operaciones con diez principios uni­versales en materia de Derechos Humanos, estándares laborales, medio ambiente y an­ticorrupción.

De igual forma, asociaciones industriales, instituciones académicas, gobiernos y la so­ciedad civil, desde el REN 21 impulsan el de­sarrollo de energías renovables para reducir el impacto ambiental, dar seguridad energé­tica y combatir la pobreza.