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Hace más de un semestre tomé la decisión de que quería hacer mi intercambio en la Universidad de California, Berkeley, una de las universidades rankeadas dentro de las 4 mejores universidades en Estados Unidos, cerca de Stanford y MIT.

 

Soy ingeniera, pero poco convencional; ya que, a pesar de que la gente podría llegar a asumir que mis fuertes serían las matemáticas o la física, mi verdadera pasión es la innovación y justamente UC Berkeley tenía un programa increíble en el desarrollo de startups enfocados en innovación.

 

Así que emprendí el camino para lograr esta meta; contacté a la universidad, comencé mi proceso interno dentro del Tecnológico de Monterrey, y pasé las etapas que me llevaron a ser seleccionada como candidata para acudir.

 

Fue grande mi emoción al enterarme de que había sido admitida y de la mano de esto se vinieron grandes cambios en mi vida; por primera vez estaría viviendo sola, y dirigiendo un start-up desde otro país. El irme implicaba grandes esfuerzos y también grandes retos.

 

El irme en concreto me enseñó muchas cosas; desde el entender que, a pesar de estar en una de las mejores universidades, todo el aprendizaje que llegaras a tener dependía totalmente de ti, y de cuanto quisieras involucrarte en lo que tenía la universidad y su gente que darte.

 

En concreto, durante este semestre aprendí cuatro importantes lecciones; empezando por ser curioso, ¿No entiendes algo? ¿No sabes cómo funciona? ¿Quieres saber con quién acercarte? ¡Pregunta!  Nadie nace sabiendo todo y nadie espera que lo sepas todo, la mayoría de los profesores están ahí por una vocación a enseñar, explota todo lo que te puedan dar, y no te quedes con duda de nada, ya que eventualmente todas estas preguntas te pueden llevar a asombrosas respuestas.

 

Segundo, no des por hecho a la gente que te rodea, mis papás siempre me habían dicho que siempre puedo aprender algo de los que me rodean y vaya que aprendí muchísimo. Si California tiene algo es diversidad de culturas, tuve la oportunidad de intercambiar ideas, opiniones y creencias con personas alrededor de todo el mundo; personas de Francia, Singapur, India, China, Japón, Alemania, Noruega, Pakistán, por solo mencionar algunas y cada una de ellas tuvo algo sumamente importante que sumar a mi intelecto y mi cultura.

 

Tercero, di que sí a las experiencias de crecimiento aunque te den miedo. Durante el semestre tuve la oportunidad de entrar como una start-up a la HLTH Convention, uno de los eventos más grandes a nivel mundial enfocados en health tech; así que tuve que tomar la decisión de ir sola entre muchos señores y señoras, sola en una convención, algo que nunca había hecho, pero  que  me ayudó demasiado. Conocí a gente e hice el networking de mi vida; algo que estaba abriendo mis puertas a saber cómo interactuar mejor en futuras ocasiones.

 

Y finalmente, déjate contagiar de todo lo positivo que te rodea, en UC Berkeley todos tienen una start-up, todos están haciendo rondas de inversiones, todos están aspirando a ser el próximo unicornio; esto me empapó de energía y motivación por hacer algo grande de mi proyecto de vida, de mi startup y me invitó a no conformarme con algo mediocre.

 

Al final, aprendí la importancia de acompañar todo este aprendizaje de la mano de la acción para que de esta manera se logre un verdadero progreso. Invito a todos los que tengan la oportunidad de leer estas palabras que comparto, a ser siempre curiosos, tomarse el tiempo de escuchar la opinión de los que los rodean y siempre empaparse de lo positivo de la vida.