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Ley sabina: una campanada contra la violencia económica

La ley sabina busca que se reconozca el daño económico a las mujeres y sus hijos en la Ley: La violencia económica es una de las caras silenciadas de la violencia de género.

Con la Ley Sabina resuena una campana de alarma, es una propuesta impulsada por Diana Luz Vázquez Ruiz, que busca que en México se haga ley a esta silenciada violencia que no suena. Una violencia que es a su vez, una alarma social por el aumento en el número de Madres Solteras excluidas de la Justicia y que no reciben pensión alimenticia.

 

En México aún son pocas las mujeres que deciden ser madres solteras por convicción, la mayoría de las causas surgen durante la separación y divorcios en donde los padres no asumen su responsabilidad. Entonces, ellas se ven forzadas a cumplir con dos roles, a absorber la función de proveedoras y de presencia en la crianza.

 

Desde el punto de vista cultural y social, la mujer es quien cuida a los hijos, cocina, lava y plancha. No es quien tiene un trabajo remunerado mientras materna para cubrir las necesidades de un hogar, el pago de las escuelas o pagar servicios médicos, entre otros. Ahí entonces con mala intención, inicia la violencia económica del ex marido que no paga la pensión alimenticia.

 

La violencia económica es una forma más de violencia que se lleva a cabo por la falta de recursos económicos de la mujer, sobre todo al ejercer el rol de madre. Se trata de conductas realizadas, tanto dentro del hogar por el marido que busca un control, así como dejar de cumplir con la pensión alimenticia con un divorcio.

 

Esta violencia se basa esencialmente en el daño a la mujer, llevándola a perder su casa, su autonomía al comprar alimentos para los hijos, deteriorando por completo su entorno para afrontar las necesidades de los hijos, como el pago de colegiaturas y otros gastos que se deben sostener.

 

La escalada de violencia económica perjudica la calidad de vida de los hijos, debido a que el padre los deja en situación vulnerable, con la intención de hacer daño a la madre. Por lo tanto, las acciones generadas al incumplir con la pensión alimenticia, trasladan la violencia económica hacia los hijos. Por ley, se reconoce que la Pensión Alimenticia son derechos fundamentales del ser humano. Así lo han reconocido los instrumentos internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional Sobre Derechos Económicos, y la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, entre otras.

 

25 N: LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

 

La Ley Sabina en el Día Internacional contra la Violencia de la Mujer, cumple un año de promoverse como ley al daño económico contra las mujeres y sus hijos. El Gobierno todavía estudia como incorporar los 40 puntos para elevar la iniciativa de Diana Luz Vázquez a una legistación judicial, solicitando que se tipifique la violencia económica.

 

El daño económico supone una afectación directa hacia los hijos, es también una forma de violencia vicaria con el que se priva intencionalmente a los hijos de sus derechos a la alimentación, al vestido, la educación o la salud, es decir, se utilizan a los hijos para generar sufrimiento psicológico en las madres.

 

La falta de pago de las pensiones alimenticias es una violación a los derechos de la niñez, y una forma de continuar la violencia contra las mujeres. En este sentido, distintas redes de madres contra los deudores alimentarios expondrán a través de tenderos a los padres irresponsables durante los quince días que dura la campaña.

 

ES UN PASO HACIA LA JUSTICIA PARA MADRES E HIJOS

 

Lejos de disminuir el abandono físico, emocional y económico de los padres irresponsables, las cifras van en aumento y los juzgados continúan sin aplicar las pensiones. El machismo detrás de estos actos está representado no sólo en el padre que abandona, sino en abogados y juzgados que solapan sus acciones.

 

Según datos del 2015 proporcionados por el INEGI, el 47% de los hogares en México carecen de una figura paterna, estamos hablando de que actualmente la mitad de los núcleos familiares son llevados por una mamá soltera sin apoyo alguno del hombre con el que engendró a los hijos.

 

De acuerdo a otros datos proporcionados por el INMUJERES, el aumento en número de estos padres que no dan pensiones alimenticias, es decir que ejercen violencia económica contra las mujeres y sus hijos, ha ido en aumento de acuerdo con la información proporcionada.

 

Ante la falta de aplicación en las leyes, aumenta la violencia económica ejercida por estos padres. A través de los datos proporcionados por INEGI vemos como fue en aumento: En 1995, la cifra de padres irresponsables era del 31%, en 2009 aumentó a 41%, y, en su último informe de en 2015 a 47 por ciento.

 

Aún no se publican estudios sobre los años que faltan hasta el 2022. Sin embargo, las carpetas de investigación abiertas por incumplimiento de pensión alimenticia cada día aumentan. Y aún existen muchas madres solteras que por miedo o falta de recursos no realizan el proceso judicial.

 

DETENER LA ESCALADA DE VIOLENCIA ECONÓMICA: REGISTRO DE DEUDORES ALIMENTARIOS

 

Anterior a la Ley Sabina, todos los ejercicios para visibilizar la violencia económica eran nulos. Mientras las madres buscaban la aplicación de las leyes en los derechos de sus hijos, en procesos que duran hasta diez o más años, en una espera tan larga como de cuento de terror, la ley sabina llegó a unir a los colectivos de madres para dar soluciones.

 

La iniciativa de Ley contempla 10 principales medidas de reforma legislativa con la principal de hacer público el padrón de deudores alimentarios por incumplimiento de pensión, y además se busca incluir a los deudores en el buró de crédito, que no puedan obtener pasaporte, y dar aviso al registro público de la propiedad, entre otras.

 

Durante la campaña del 25 de noviembre en el Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, la alerta volvió a sonar en México. Encabezada por Diana Luz Vázques, las Colectivas Mujeres abriendo caminos, Amor no es Violencia, Madres Solteras y el Frente Nacional contra los deudores alimentarios, Vaisnavas Guerreras, entre otras.