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El secreto de la calma está dentro del cerebro

Los seres humanos por naturaleza aspiramos a llevar una vida armoniosa. Sin embargo, a pesar de nuestro esfuerzo por llevar un día a día tranquilo y sin estrés, a menudo nos encontramos con la mente sobrecargada con pensamientos de todas las cosas que tenemos que hacer

 

Tener una mente superpoblada de pensamientos es un sentimiento común en estos días. Estamos bombardeados de información y la tendencia es tener todo en cuenta. Usamos nuestra mente como un almacén para la información y las cosas pendientes, esto provoca que no exista espacio para la calma mental.

 

Para lograr la armonía mental, de acuerdo con la neurociencia contamos con todos los medios para llegar a ella de forma natural, ya que en primer lugar el cerebro dispone de molécula sorprendentes que generan sensaciones vinculadas a la felicidad, la paz y la tranquilidad.

 

Por otra parte, también sugieren que es importante saber liberar la mente de tanta información. David Allen, creador de la metodología llamada “Getting Things Done” sugiere que para eliminar las tensiones e incrementar nuestro rendimiento debemos liberar a la mente, ya que está hecha para tener ideas y no para conservarlas.

 

Tendemos a utilizar la mente como almacén, pero en realidad debería dejarse libre, libre para reducir el estrés. En este sentido, la neurociencia sugiere buscar momentos de desapego y relajación. Programar solo las cosas que deben hacerse en un día, de acuerdo al tiempo y a la energía disponibles.

 

Cuanto más profundizan los neurocientíficos en el conocimiento del poder del cerebro, mejor logramos entender que verdaderamente estamos diseñados para sentirnos bien. Por algo es que disponemos de moléculas naturales o neurotransmisores como las endorfinas, la dopamina, la oxitoxina o la serotonina; todas vinculadas a la felicidad.

 

Y no sólo éstas, de acuerdo con nuevas investigaciones, revelan que la solución al estrés también está dentro de nosotros. El cerebro humano produce una molécula llamada “nociceptina” que al parecer tiene un auténtico efecto calmante. Su influencia es simple, es la molécula antiestrés natural.

 

De acuerdo a estudios en la Universidad de Leicester, la nociceptina es una proteína que se encuentra en el cuerpo con una serie de funciones en el sistema nervioso central, los vasos sanguíneos y los intestinos. Encontraron evidencia de que las células del sistema inmunológico producen nociceptina.

 

Descubrieron que esta molécula es lo más eficiente que se ha descubierto en la búsqueda científica de efectos calmantes, antes que todos los ansiolíticos y fármacos que prometen restablecer la paz de nuestros sentidos. Y, lo único que necesitamos para producirlo es detener la mente para producirla.

 

Sugieren que la mente, al igual que un automóvil, en algún momento tiene que detenerse para recuperarse cuando se sobrecalienta. Explican que tan sólo es buscar el equilibrio entre las cosas que deben hacerse diariamente, considerando tomar buenos descansos y dormir suficiente durante la noche.

 

El funcionamiento de la nociceptina también fue analizado a fondo en un estudio en conjunto que unió a investigadores del Scripps Research Institute (TSRI) de California, los National Institutes of Health estadounidenses y la Universidad italiana de Camerino.

 

A partir de sus descubrimientos esta molécula se podrá emplear como punto de partida para ensayar terapias naturales contra los principales trastornos por estrés, como la ansiedad y la depresión que aumentaron a nivel mundial durante la pandemia. Se dice que 190 millones de personas en todo el mundo experimentaron un estrés significativo durante estos dos años.

 

El estrés en la naturaleza representa un impulso para la supervivencia, sin embargo sugieren que es de vital importancia aprender a afrontarlo con conciencia, para ser capaces de mantener sus niveles por debajo de un alto umbral y permitir que el cuerpo se relaje para producir las nociceptinas.

 

El mejor ejemplo que explican, son situaciones con deportistas que se entrenan para no sentir el estrés. Lo mismo han visto en mujeres embarazadas entrenadas para no sentir estrés y dolor durante el momento del parto. En ambos casos utilizan la respiración para controlar sus emociones.

 

Las técnicas de respiración más utilizadas para controlar el estrés y la ansiedad son las llamadas respiración profunda o diafragmática, como la técnica de Vladimir. Esto nos explica que también la respiración juega un papel importante para producir nociceptinas, el poder natural para la calma.