La pandemia ha puesto en evidencia algunas fallas en los procesos que antes eran imperceptibles frente a la regularidad que se vivía. En el comercio exterior, hoy podemos ver claramente algunas prácticas con las que se pueden optimizar las cadenas de suministros, entre ellas: el nearshoring.
La traducción de nearshoring es “deslocalización cercana” y se refiere a la práctica de transferir una operación comercial a un país cercano. Esta práctica nace como oposición al offshoring, que se trata de buscar proveedores en territorios más lejanos, por lo general en Asia, con el fin de reducir los costos.
Asimismo, tuvo su auge a partir de la pandemia por COVID-19, ya que muchas empresas del mundo implementaron formas de trabajo más tecnológicas, dejando de lado la presencial, lo que afectaba la productividad a largo plazo. Es por esto que comenzaron a apostar por el nearshoring debido a que la menor distancia geográfica permitía que los clientes tuvieran reuniones cara a cara con sus proveedores, con lo que, también, se tiene mayor afinidad cultural y de idiomas.
Es así que el principal objetivo de esta práctica es facilitar el traslado de las mercancías y reducir los costos de transporte, además de mitigar los riesgos operativos garantizando la disponibilidad de los productos comercializables.
Algunas de las ciudades más populares para el nearshoring en México incluyen Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, Monterrey y Tijuana. Estas ciudades tienen una fuerza laboral calificada en tecnología, ingeniería y otros campos empresariales, y cuentan con una infraestructura moderna para la industria manufacturera y de servicios.
México es uno de los países más populares para esta práctica, debido a su cercanía geográfica y cultural con los Estados Unidos. Las empresas estadounidenses y canadienses a menudo subcontratan servicios de software, manufactura, ingeniería y otros servicios empresariales a empresas mexicanas.
Hay varias ventajas del nearshoring en México que pueden ser beneficiosas para las empresas extranjeras, entre ellas se encuentran:
Proximidad geográfica: México está ubicado cerca de los Estados Unidos y Canadá, lo que significa que las empresas pueden ahorrar tiempo y costos de viaje en comparación con el offshoring a otros continentes.
Similitud cultural y horaria: México tiene similitudes culturales y horarias con los Estados Unidos y Canadá, lo que facilita la comunicación y colaboración entre las empresas y sus proveedores.
Fuerza laboral calificada: México cuenta con una fuerza laboral altamente capacitada en áreas como la tecnología, la ingeniería y los servicios empresariales. Esto significa que las empresas pueden acceder a talentos altamente calificados a un costo menor que en otros países.
Costo de vida y salarios más bajos: El costo de vida en México es generalmente más bajo que en los Estados Unidos y Canadá, lo que significa que las empresas pueden ahorrar costos al subcontratar servicios y producción en México. Además, los salarios en México también son más bajos que en los Estados Unidos y Canadá, lo que reduce los costos laborales para las empresas.
Infraestructura moderna: México ha invertido significativamente en infraestructura moderna para la industria
manufacturera y de servicios, lo que significa que las empresas pueden confiar en una infraestructura confiable y de alta calidad.
En general, el nearshoring en México puede ser una estrategia efectiva para las empresas que buscan reducir costos, mejorar la eficiencia y acceder a talentos altamente capacitados en un entorno cultural y geográfico familiar y cercano.