Si me preguntan, ¿cuánto ha cambiado el sector inmobiliario en los últimos años? Mi respuesta es: ¡muchísimo! La nueva forma de hacer negocios debido a la tecnología ha impactado también a este sector. Por ello, me di a la tarea de hacer un repaso de esos cambios significativos y sus consecuencias. Hoy te comparto en esta columna mi análisis al respecto.
La vivienda es una de las necesidades básicas que los seres humanos tenemos que cubrir. La opción de poder comprar una casa se vio limitada por la pandemia de Covid-19, que en sus inicios prácticamente paralizó al sector inmobiliario. Sin embargo, antes de este acontecimiento mundial, ya se habían creado “alternativas” al negocio.
Entre las primeras transformaciones que se pudieron notar, fue la del surgimiento de startups como Airbnb, una empresa creada en Estados Unidos (2007) y que actualmente ha proporcionado estancia y alojamiento a más de mil millones de viajeros alrededor del mundo.
En relación a su funcionamiento… bueno, pues la empresa cuenta con más de 4 millones de anfitriones que con gusto comparten sus hogares para recibir a quienes estén dispuestos a pagar una cuota, con la finalidad de disfrutar de casas o departamentos. Cabe mencionar que, de acuerdo al Instituto de Capacitación Hipotecaria e Inmobiliaria, la demanda de propiedades en renta se incrementó un 57% en el primer semestre de 2022.
El negocio siguió su transformación postpandemia debido al interés que mostró el mercado para adquirir propiedades que se encuentren ubicadas en destinos turísticos, siendo la playa el de mayor interés. Ello me lleva a pensar, que actualmente ya es muy notable que el perfil del comprador ha cambiado, especialmente los jóvenes con acceso a recursos para hacerse de un bien inmueble, ya que están interesados en la tecnología y la sostenibilidad, con respecto a cómo es el desarrollo de una vivienda para comprarla y/o realizar una inversión en bienes raíces.
Además, hay una tendencia actual en donde podemos ver que las personas que compran un espacio para vivir, lo hacen pensando en encontrar lugares que puedan facilitarles el home office, que tengan áreas verdes e incluso gimnasios, viviendas que les den la oportunidad de mejorar su calidad de vida. Así que la forma de construir también ha tenido transformaciones que son perceptibles.
Por otro lado, el crowdfunding inmobiliario se ha convertido en la mayor oportunidad para quienes se dedican a este negocio. Básicamente, es la opción de hacer micro inversiones a través de plataformas que se encargan de seleccionar y ejecutar inversiones, dicho de otra forma, de comprar inmuebles para reformarlos y posteriormente venderlos. Esto es sin duda, un negocio transruptivo.
Desafortunadamente, y lo hemos revisado en otras ocasiones, la disrupción en los negocios genera impactos en otros temas, por ejemplo, el fenómeno de la gentrificación. No podemos dejar de señalarlo, porque en un futuro inmediato el sector inmobiliario debe dar respuesta a este problema. El desplazamiento de personas debido al incremento de rentas, que sólo pueden pagar extranjeros, tiene que tener una solución pronta.
Finalmente, respondiendo de nuevo a la pregunta que planteé al inicio de la columna, me he quedado reflexionando un poco…En definitiva, en el sector inmobiliario hemos pasado de rentar un cuarto de hotel a vivir experiencias en los alojamientos que empresas como Airbnb o Casai, su competencia mexicana, nos ofrecen.
Esperemos que, en los siguientes años, la oportunidad de tener una casa sea para la gran mayoría de los mexicanos, sin importar que la usen o la alquilen, siempre que sea parte de su patrimonio.
Recordemos que ser transruptivos en cualquier sector, siempre viene acompañado de sacudidas importantes, pero la adaptabilidad con la que nos manejemos hará la diferencia. Transforma y atrévete a disrumpir en tu sector.