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Las PYMES tienen un papel crucial en la economía, por ello deben estar en constante transformación para responder a los cambios del entorno. Laura Hernández Villegas

Luego de la crisis sanitaria, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) tuvieron que reconfigurarse e implementar nuevos canales para comercializar sus productos y servicios. 

La tecnología fue un elemento clave que les permitió mejorar y optimizar sus procesos, agilizar sus operaciones y actividades, almacenar y procesar datos para tomar mejores decisiones, y generar valor agregado a la empresa.

Sin embargo, la adopción de herramientas digitales, trae consigo nuevos retos, pues requiere de hacer cambios en las estrategias del negocio y en la forma en que operan; factores que requieren de tiempo y esfuerzo, pero que sin duda traerán resultados favorables. 

PROCESO DE INNOVACIÓN 

Las Pymes juegan un papel crucial en la economía, por lo que resulta fundamental que utilicen la innovación como un mecanismo diferenciador que les permita ser más competitivas para continuar con su crecimiento y puedan seguir vigentes en un entorno que cambia constantemente.

Como parte de su ciclo de vida, las pequeñas y medianas empresas, atraviesan por un momento en el que deben consolidar su sistema de valores y desarrollar estrategias para destacar en el mercado.

Pero convertir a la Pyme en una empresa ágil e innovadora, se requiere de cambios sistémicos que le ayuden a posicionarse, a través de productos o servicios que no sólo cubran las necesidades de los clientes, sino que le ofrezcan un plus. 

La única manera de lograrlo, es aplicando un proceso de innovación permanente, el cual debe darse de manera rápida y flexible, a fin de dar respuesta inmediata a los cambios del entorno.