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Todo mundo en algún punto de su vida sueña con escribir un libro, pero la realidad es que pocos lo logran pues escribir no es fácil. El escritor frustrado se escuda en pensar que no tiene el talento o el vocablo necesario para poder plasmar sus ideas en un texto. Sin embargo, actualmente escribir un libro no es tan difícil como parece.

Aquí es precisamente donde yo quiero compartir mi expertís, pues de forma involuntaria me convertí en escritor hace apenas unos años. Vivir para contarlo fue mi lema desde entonces. 

No tengo el espacio suficiente para platicar sobre el proceso creativo y las intensas horas dedicadas en más de 2 años frente a un monitor. Lo que sí puedo hacer es ayudar a los nuevos escritores a ahorrarse la curva de aprendizaje una vez que su manuscrito está terminado. De cualquier forma yo recomiendo que, antes de promocionarlo, le demos el texto a un corrector de estilo.

Hay que tener claro que escribir es un emprendimiento, por lo que -como en cualquier empresa- le debemos invertir en las distintas etapas del proceso, sobre todo si queremos un buen resultado. Lo que me lleva a tener que decir una dura verdad: nadie se vuelve rico con su primer libro. Si este pega, entonces la suerte cambia para el escritor novato. 

En mi caso muy concreto, yo jamás escribí para ganar dinero, mi visión y mi misión era más trascendental. Primero fue un libro concebido para mis hijos, pero al terminar la última hoja me di cuenta que era un libro que merecía tener un camino propio. 

Para no hacer el cuento largo, estos son algunos de los pasos que seguí una vez terminado el epílogo:

  1. Contratar a un corrector de estilo. No se metió en el contenido del texto, pero sí en la gramática y en la ortografía. Es esencial tener un texto lo más limpio posible, de lo contrario da muy mala imagen si se entrega así a una editorial. Importantísimo cotizar y negociar primero el precio, así como investigar qué experiencia y formación tiene, además de firmar un contrato de confidencialidad.
  1. Registrar la obra ante el Instituto Nacional Del Derecho de Autor (INDAUTOR) para proteger el libro en cuestión y evitar el plagio. Es un tanto confuso, por lo que sugiero contratar un despacho jurídico especializado.
  1. Darle a leer el libro a máximo 5 personas de toda nuestra confianza. Amigos o familia con la que tengamos la plena seguridad de que nos van hablar con la verdad y nos harán críticas constructivas o demoledoras. Se vale reescribir el libro tantas veces sea necesario hasta que uno como escritor esté completamente satisfecho. Además, poner una fecha límite para el trabajo de corrección.
  1. Darle a leer el libro a máximo 3 personas que no conozcamos a profundidad. Recomiendo ampliamente este consejo porque, a diferencia de nuestros allegados, serán mucho más imparciales y objetivos con la crítica que le hagan al texto. No se vale enojarse con la retroalimentación, no todos pensarán que nuestro libro es el nuevo “Quijote”. 
  1. Buscar la forma de publicarlo. Este punto es de las partes más complejas del proceso de un libro, casi tan complicado como escribirlo. Hoy en día la ventaja es que los escritores ya no solo dependen de las grandes editoriales, sino que existen varias alternativas. 
  1. Yo opté por el esquema tradicional que fue una editorial. El proceso de las editoriales es complejo, lento y a veces hasta desalentador. Pueden pasar meses hasta que un primer editor le eche una revisada al texto sin prometerte nada. Ellos ponen las condiciones y tienen el derecho de reducir o modificar parte de tu libro. 

Al final todo depende de cuáles son las intenciones de haber escrito en primera instancia el libro. En mi caso, la retribución económica me vale un sorbete, solo tengo un único sueño que espero se cumpla: que mi libro tenga alas y vuele.