El 75% de la superficie terrestre sin hielo ha sido modificada por la actividad humana.
Cada 26 de enero, se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una fecha establecida en la Conferencia de las Naciones Unidas y consolidada mediante la Carta de Belgrado. Este día invita a reflexionar sobre la importancia de la educación como herramienta para fomentar una relación más sostenible y respetuosa con el entorno natural.
¿Por qué celebramos el Día de la Educación Ambiental cada 26 de enero?
La educación ambiental es un enfoque pedagógico e interdisciplinario que busca sensibilizar a la sociedad sobre el impacto de sus acciones en el medio ambiente. Se trata de un esfuerzo colectivo que involucra a gobiernos, instituciones educativas, empresas y ciudadanos.
El informe Planeta Vivo 2020 de la WWF revela datos alarmantes sobre la salud del planeta:
Desde 1970, las poblaciones de mamíferos, aves, anfibios y peces han disminuido en un 68%.
El 75% de la superficie terrestre sin hielo ha sido modificada por la actividad humana.
Acciones cotidianas que hacen la diferencia
La educación ambiental no se limita a teorías, sino que debe traducirse en acciones concretas como:
Reducir, reutilizar y reciclar materiales.
Usar transporte sostenible.
Ahorrar energía y agua.
Participar en campañas de reforestación o limpieza de espacios públicos.
El día de la Educación Ambiental es un recordatorio de que el cambio requiere del compromiso de todos. Instituciones, empresas y ciudadanos deben trabajar juntos para generar una transformación real.
Al fomentar el conocimiento y la acción, este día se convierte en una plataforma para inspirar a las personas a convertirse en agentes de cambio que protejan y valoren la riqueza natural del planeta. La educación ambiental no solo es una herramienta, sino un camino hacia un futuro más consciente, equilibrado y sostenible.