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Queridos lectores y lectoras, este mes nos encontramos en el final del año. Empieza la época para reflexionar, para planear el 2025 y lograr las últimas metas anuales. Por lo tanto, es el mejor momento para comenzar a implementar el autoliderazgo en nuestra vida. Según Dr. Google, “El autoliderazgo es la capacidad de liderarse a uno mismo, es decir, tomar control de las propias acciones, emociones y pensamientos para alcanzar metas personales y profesionales. Implica ser proactivo, tener una alta autoconciencia, saber manejar las emociones y tener la disciplina necesaria para tomar decisiones alineadas con los propios valores y objetivos. El autoliderazgo también incluye la capacidad de motivarse, gestionarse en situaciones desafiantes y aprender continuamente para mejorar el rendimiento y el bienestar”.

Les comparto este significado que, para mi punto de vista, parece algo fácil y no lo es. Tomar el control de tus acciones y ser consciente de las consecuencias, alineando todo lo que piensas, lo que sientes y lo que dices, en congruencia con tus valores, es alcanzar la máxima panacea. Lo mejor es no presionarnos y morir en el intento, sino tener en cuenta que esta habilidad es posible de integrar en nuestra lista de metas por alcanzar, y que es un trabajo diario. No somos perfectos, esa es la verdad. Y buscar la perfección es extenuante, ya que es imposible tener siempre el control en el manejo de nuestros pensamientos, emociones, acciones y resultados. Aparte de mantenerse motivado y buscar la mejora continua. Si le sumamos las creencias limitantes y las heridas de la infancia, e incluimos nuestros paradigmas culturales, por ejemplo, querer cumplir las expectativas y estándares sociales, esto se convierte en un trabajo sofocante. Se vuelve una ilusión fuera del principio de realidad. 

Lo que sí es importante, es saber que el primer paso es el autoconocimiento, en mi experiencia, para poder reconocer nuestras habilidades y talentos, nuestras debilidades y traumas, para poder tomar decisiones alineadas a un objetivo claro de vida, con metas a corto y largo plazo, que se convierten mágicamente en motivación personal, debemos conocernos. Al hacerlo, el siguiente paso obligado es definir prioridades. Las prioridades únicamente pueden ser elegidas ejerciendo la voluntad. Una vez revisados los objetivos personales, los diferentes escenarios de vida, las responsabilidades y compromisos que queremos tomar, podemos elegir con confianza nuestras prioridades y equivocarnos lo menos posible. La decisión es una de las herramientas más importantes que tenemos, mientras más información de nuestra persona y nuestro camino a seguir logremos entender, la toma de decisiones y acciones será más fluida y más consciente. Eso nos llevará a resultados genuinos, probablemente exitosos y sin duda, satisfactorios. 

El auto liderazgo es una habilidad, tanto para el crecimiento personal, como para el éxito en equipos o roles de liderazgo, ya que quienes practican el auto liderazgo suelen ser más autónomos, resilientes y enfocados. Yo considero que al trabajar en conocerte y aceptar tu principio de realidad, es mucho más fácil determinar cuál es tu objetivo en cada aspecto de tu vida para que el manejo de tu tiempo, tus deseos, tus metas, tus emociones y tus pensamientos, puedas definir tus prioridades, la clave para sentirte pleno y satisfecho. Te invito a conocerte y disfrutarte sin olvidar tus objetivos, para que sean tu guía y tu inspiración en el día a día. Te invito a leerme el próximo mes con más información sobre liderazgo.