Estímulos fiscales para empresas: Nearshoring como motor de desarrollo
Entre los principales beneficios se destaca la deducción inmediata de entre el 56% y el 89% en inversiones realizadas en bienes nuevos de activo fijo.
El 11 de octubre de 2023, el gobierno de México publicó el “Decreto por el que se otorgan estímulos fiscales a sectores clave de la industria exportadora”, una estrategia diseñada para atraer inversiones extranjeras a través del nearshoring.
Este enfoque busca aprovechar la ubicación estratégica de México y su cercanía con Estados Unidos para fomentar la reubicación de operaciones productivas.
Estímulos fiscales para empresas
Entre los principales beneficios se destaca la deducción inmediata de entre el 56% y el 89% en inversiones realizadas en bienes nuevos de activo fijo. La deducción adicional del 25% en gastos incrementales de capacitación de empleados.
El decreto prioriza industrias clave como la automotriz, agroindustria, semiconductores, electrónica, farmacéutica, dispositivos médicos y producción audiovisual. Las empresas deben cumplir con ciertos requisitos, entre ellos:
- Comprobar que la inversión o ampliación productiva forma parte de una estrategia de nearshoring.
- Registrar inversiones en bienes nuevos de activo fijo relacionados con los sectores elegibles.
- Incrementar el gasto en capacitación respecto a los promedios de los ejercicios fiscales 2020-2022.
Además, las empresas deben garantizar la transparencia de las inversiones mediante documentación detallada, alineada con los lineamientos establecidos por el decreto.
Impacto del nearshoring en México
México, con su sólida infraestructura logística, mano de obra calificada y acuerdos comerciales como el T-MEC, se posiciona como un destino atractivo para estas inversiones.
Desde la entrada en vigor del decreto el 12 de octubre de 2023, más de 5,000 empresas han solicitado estos estímulos, lo que ha resultado en incrementos significativos en la inversión extranjera directa, creación de empleos en sectores de alto valor agregado y refuerzo de la competitividad de las industrias mexicanas.
El costo fiscal estimado para el gobierno incluye 1,732 millones de pesos en deducciones por inversiones y 1,798 millones de pesos por gastos en capacitación, reflejando su compromiso con la promoción de una economía más dinámica y resiliente.
