RAQUEL UNÁNUE: El arte de ser mujer,madre y empresaria

EL CAMINO DEL ARTE
Desde temprana edad, Raquel Unánue estuvo inmersa en el mundo del arte gracias a la influencia de su madre. Aunque inicialmente se formó como abogada, su verdadero llamado siempre fue el arte. Firmó su primer cuadro hace 17 años y desde entonces no ha dejado de pintar. La inspiración, para Raquel, no es solo un momento mágico, sino el resultado de un trabajo constante y disciplinado. Ella encuentra la inspiración trabajando, estudiando, visitando museos y explorando nuevas lecturas. Mantiene una libreta donde anota todas sus ideas, lo que le permite crear piezas que no solo son visualmente impactantes, sino que también llevan una profunda carga emocional y narrativa. En sus obras, busca contar historias, reinterpretar la historia del arte y transmitir vivencias personales.

LA FACETA DE MADRE
Ser madre de gemelos de 10 años ha sido tanto un desafío como
una fuente de inspiración para Raquel. La maternidad influyó significativamente en su decisión de dedicarse completamente al arte. Tras el nacimiento de sus hijos, decidió estudiar una maestría en artes plásticas y desde entonces ha logrado integrar su pasión artística con su rol de madre. Durante la pandemia, el arte se convirtió en una herramienta crucial para mantener a sus hijos activos y creativos. Raquel se inscribió en diplomados de arte para niños, lo que le ayudó a acercar a sus hijos al mundo del arte y a expresar sus sentimientos mediante el arte durante el encierro. Además, sus constantes visitas a museos y exposiciones han cultivado en ellos un profundo interés por el arte.

El reto más grande para Raquel ha sido la crianza en un mundo cambiante y lleno de incertidumbres. Sin embargo, ha encontrado en el arte una forma de conectar con sus hijos y enseñarles a enfrentar las adversidades con creatividad y resiliencia.

VISIÓN DE MUJER Y EMPRESARIA

Raquel Unánue no solo se define como artista y madre, sino también como una mujer fuerte y capaz en el ámbito empresarial. Para ella, ser mujer es algo bello pero también un reto diario. A pesar de las dificultades, disfruta de cada aspecto de ser mujer y cree firmemente en las capacidades y fuerza inherentes a todas las mujeres. Uno de sus mayores sueños es que su arte sea visto por muchas personas y aspira a exhibir su obra en museos importantes, tanto en México como en el extranjero. Sueña con tener una exposición en el Museo del Barroco en Puebla y algún día en España, en el Museo Nacional del Prado. Raquel considera que fijarse metas es esencial para avanzar en cualquier carrera, y no ve sus sueños como algo lejano, sino como objetivos alcanzables con dedicación y esfuerzo. En cuanto al apoyo a las artes en México, Raquel reconoce que es insuficiente, especialmente en comparación con otros ámbitos como el deporte. Sin embargo, ve con esperanza iniciativas que democratizan el arte y lo acercan a un público más amplio. Para Raquel, ser mujer en la sociedad actual implica enfrentar desafíos, pero también aprovechar las oportunidades para crecer y desarrollarse plenamente. Sus consejos para otras mujeres son claros: no olvidarse de sus pasiones, buscar siempre lugares donde puedan desarrollarse y no detenerse ante las adversidades. Solo así, dice, se pueden alcanzar los sueños y lo que realmente se quiere. Raquel Unánue es un ejemplo vivo de cómo es posible integrar la pasión artística con la vida familiar y profesional. Su historia nos recuerda la importancia de seguir nuestros sueños, de encontrar inspiración en el trabajo diario y de nunca subestimar la fuerza y capacidad que tenemos como mujeres. Con su arte, Raquel no solo embellece el mundo, sino que también transmite un mensaje de resiliencia y esperanza a futuras generaciones